A todos los niños les encantan los animales, y los muy diferentes. Muchos en la infancia quieren tener una mascota pequeña, pero sus padres la rechazan, pensando en las dificultades que se avecinan. A los niños no les importan los problemas, no piensan en ellos, solo quieren un cachorro, un gatito o un hámster. ¿Realmente un niño necesita una mascota?
Para muchos, los animales se convierten en mejores amigos, miembros de la familia y una parte integral de la vida, y en el desarrollo de los niños, pueden jugar un papel importante en los aspectos psicológicos, sociales y biológicos. En primer lugar, una mascota le enseñará a su hijo a ser disciplinado y responsable. Luego de que un pequeño animal aparezca en su casa, el niño comenzará a comprender que la mascota debe ser cuidada y respetada, ya que no es un juguete, sino un ser vivo que requiere cariño. Cuando el bebé le pide permiso para tener una mascota, se le debe explicar al niño que será responsable del animal que ha domesticado. Entonces el bebé aprenderá a cuidarse no solo a sí mismo, a ser responsable de las consecuencias de sus acciones y a comprender la responsabilidad. Esto es especialmente importante para los niños que no tienen hermanos.
Jugando activamente con la mascota, el propio niño se mueve y se desarrolla físicamente, y además, los animales alivian el estrés y mejoran el bienestar de su bebé. Las mascotas contribuyen al desarrollo intelectual del niño. Desde temprana edad, un niño, junto con su amigo, comenzará a aprender sobre el mundo. En el proceso de estudiar a una mascota, el niño también aprende nuevos datos sobre otros animales, personas y el mundo que lo rodea en general.
¿Cómo elegir el animal adecuado?
Es mejor comenzar con la primera mascota a partir de los 3-4 años, pero mientras los padres se encargarán de ella. Durante este período de la vida, el niño recién comienza a aprender sobre el mundo, por lo que al principio solo observará cómo se comportan los padres con la mascota, y luego intentará hacer algo por su cuenta. A esta edad, es mejor tener animales pequeños y lindos (hámsters, conejos, loros). Los padres deben estar siempre atentos, porque el niño puede comportarse de forma peculiar con el animal y mostrar su actitud hacia él. A los 5-6 años, el niño ya comienza a cuidar a la mascota él mismo, pero bajo la supervisión de los padres que lo ayudarán y darán el ejemplo. A partir de los 7 años, el animal se deja casi por completo al niño. A esta edad, ya puedes tener un gato o un perro, que será como tu propio hijo para el niño.
Además, antes de comenzar con una mascota, debe considerar el hecho de los peligros que pueden ocurrir. Las alergias, las infecciones y los animales criados de forma inadecuada son todos importantes y no se pueden ignorar. En caso de alergias, la mascota deberá ser abandonada. Pero no te olvides del animal, que, como un niño, necesita ayuda, protección y amor. La mascota debe estar vacunada y controlar la salud del animal.