Cómo Tratar La Amigdalitis Crónica En Un Niño

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Cómo Tratar La Amigdalitis Crónica En Un Niño
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Video: Cómo Tratar La Amigdalitis Crónica En Un Niño

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Video: Amigdalitis: Causas, síntomas y tratamiento 2024, Abril
Anonim

Algunos adultos tratan el diagnóstico de amigdalitis con desdén, considerando que esta enfermedad es frívola. Mientras tanto, esta enfermedad es muy peligrosa, ya que tiene varias decenas de complicaciones. Si la amigdalitis de un niño se ha convertido en una forma crónica, su tratamiento debe abordarse con especial cuidado. Desde la infancia, existe la posibilidad de deshacerse de la enfermedad sin consecuencias para el cuerpo.

Cómo tratar la amigdalitis crónica en un niño
Cómo tratar la amigdalitis crónica en un niño

Es necesario

  • - infusiones de hierbas;
  • - antibióticos;
  • - guante de ducha.

Instrucciones

Paso 1

Practica el endurecimiento sistémico y el fortalecimiento del sistema inmunológico. Comience con una ducha de contraste, haciendo la menor diferencia entre agua tibia y fría. Después de la ducha, invite a su hijo a frotarse con una manopla rígida, convirtiendo esta actividad en un juego divertido. Además, camine con su hijo con más frecuencia, introduzca alimentos ricos en vitaminas en la dieta. Es importante recordar que no se debe iniciar ninguna medida de endurecimiento y fortalecimiento si la enfermedad se presenta en la fase aguda.

Paso 2

Enséñele a su hijo a hacer gárgaras. Resulta no ser tan difícil como parece a primera vista, y también se puede hacer de forma lúdica. Use decocciones de manzanilla, salvia, caléndula como enjuagues. Elija las hierbas que más le gusten a su bebé. Los caldos también se pueden reemplazar con medicamentos antibacterianos farmacéuticos destinados a niños.

Paso 3

Tome un curso de infección fisiológica, enjuague las amígdalas y bombee depósitos purulentos de ellas.

Paso 4

Tome antibióticos para la amigdalitis crónica grave con exacerbaciones y complicaciones frecuentes. Por supuesto, el médico debe recetar el medicamento. Si hace 1-2 décadas, se dio preferencia a los medicamentos del grupo de la penicilina, ahora, los antibióticos del grupo de los macrólidos. Tienen menos efectos secundarios, y además tienen la propiedad de acumularse en el tejido linfoide y combatir el foco de la infección durante mucho tiempo.

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