No todos los niños disfrutan de una determinada rutina, pero los psicólogos y los profesionales médicos sostienen unánimemente que una rutina diaria establecida le da al niño la necesaria sensación de confianza y protección. Acostarse a una hora específica es muy importante porque en este caso, el sueño del niño es más tranquilo y fuerte, y por la mañana el bebé se despierta fresco y descansado. Pero, ¿cómo colocar la miga de manera adecuada y rápida?
Instrucciones
Paso 1
Establezca una especie de ritual a la hora de dormir que contenga elementos del juego. La tarea principal es que el niño esté feliz de esperar la noche cuando le cuentes un cuento de hadas interesante o miren juntos un libro con dibujos coloridos. Y si cada día termina con caprichos y lágrimas, esto no le trae alegría a usted ni al niño. Es muy importante no intentar poner en marcha rápidamente todas las actividades nocturnas; el bebé sin duda sentirá que usted está nervioso y querrá deshacerse de él rápidamente. La hora antes de acostarse es una gran oportunidad para que usted y el padre del bebé le demuestren cuánto lo ama, y también tendrá un efecto calmante en usted.
Paso 2
Una vez que el bebé se haya cepillado los dientes y se haya puesto el pijama, vaya al dormitorio con él y acuestelo. Puede dejarlo jugar con su juguete favorito o un juego tranquilo durante un rato. Sobre todo, asegúrese de que el niño permanezca en su habitación. Después de 5-10 minutos, dígale al bebé que puede elegir un libro y que usted se lo lea, pero esto solo sucederá si se acuesta. Muy a menudo, los niños les piden que les lean el mismo libro por la noche, tal vez se aburra por centésima vez leyendo sobre Cenicienta o El gato con botas, pero no se lo muestre al niño. Después de escuchar una historia conocida, el bebé se calmará rápidamente y se quedará dormido.
Paso 3
Se firme. Después de todo, cuanto mayor es el niño, más a menudo comienza todo tipo de trucos para que usted se quede con él más tiempo. En este caso, se requiere de usted perseverancia y paciencia. Cubre bien al bebé, dale un beso de buenas noches, atenúa la luz de la habitación, y al salir no olvides dejarla ligeramente abierta para que el niño no se sienta como si te hubieras alejado de él.
Paso 4
Vuelve si escuchas llorar al bebé. Pero no dejes que se levante de la cama. Déle un chupete o su juguete favorito y quédese con el bebé hasta que se calme. No importa lo cansado que estés, no debes enfadarte y gritarle a la miga. Esto dará el resultado exactamente opuesto: el bebé llorará aún más y te será muy difícil calmarlo y acostarlo.