La temperatura del niño le causa mucha ansiedad y ansiedad a su familia. El niño es travieso, se vuelve letárgico, se niega a comer y a la forma de vida habitual. ¿Cómo bajar la temperatura de un niño? Pasemos a la opinión del médico infantil Komarovsky.
La temperatura suele indicar la presencia de un proceso inflamatorio en el cuerpo del bebé. El Dr. Komarovsky les da a los padres algunos consejos prácticos para ayudar a bajar la temperatura de sus hijos de una manera asequible y segura.
Los beneficios del aumento de las temperaturas
Contrariamente a la creencia popular, la fiebre alta no es solo un indicador de enfermedad. Señala el comienzo de una lucha activa del cuerpo con virus, microbios o bacterias que se han introducido. Bajo la influencia del calor, comienza la producción de defensa natural: interferón. Cuanto más se acumula en el cuerpo, más activa es la respuesta inmune a la inflamación y se produce una recuperación más rápida.
Por esta razón, el Dr. Komarovsky no recomienda que los padres usen de inmediato medicamentos antipiréticos. Las temperaturas por debajo de los treinta y ocho grados no requieren bajarlas. La excepción son los niños que son propensos a sufrir convulsiones inducidas por la fiebre. Esta afección, llamada convulsiones febriles, es diagnosticada por un médico y representa un grave riesgo para la salud del niño.
Komarovsky insiste en el hecho de que la enfermedad en la que los padres intentan activamente bajar la temperatura del niño durará más. Una disminución en los indicadores del termómetro facilita mucho la condición de un bebé enfermo, pero minimiza el desarrollo de las defensas naturales del cuerpo, suprimiendo la respuesta inmune.
Cómo bajar la temperatura de un niño
Si recientemente han aparecido signos de la enfermedad, el Dr. Komarovsky aconseja intentar bajar la temperatura del niño con los medios disponibles:
- Ventile la habitación en la que se encuentra el niño con frecuencia. En el aire fresco, los gérmenes y virus no se propagan rápidamente. Una buena temperatura del aire para un bebé enfermo es de dieciséis a dieciocho grados. Al mismo tiempo, vista al niño de manera abrigada para prevenir la hipotermia.
- Limpiar con un agente antibacteriano y humedecer el aire. La sequedad excesiva dificulta que el bebé respire por la nariz.
- Deje que su bebé beba más. La compota sin azúcar, el agua potable limpia o el té son suficientes. ¡Y nada de refresco! Junto con el líquido, los microorganismos dañinos se excretarán del cuerpo. Beber con frecuencia y en abundancia también puede ayudarlo a mantenerse hidratado en situaciones de calor extremo.
- No use los métodos de la “abuela” para aliviar la condición del niño: frotar con alcohol o vinagre. Los vapores venenosos de estas sustancias penetran fácilmente en el cuerpo del bebé a través de la piel y pueden causar intoxicaciones graves.
Según el Dr. Komarovsky, si la temperatura alta de un niño (treinta y ocho grados o más) dura más de tres días, se agrega secreción nasal, tos u otras manifestaciones a los síntomas de la enfermedad, debe consultar a un médico. Un especialista examinará a su bebé y la ayudará a elegir el tratamiento adecuado.