Si el niño se ha vuelto obstinado y terco, ya no escucha tanto las palabras y peticiones de los padres, entonces podemos decir que el bebé ha comenzado una crisis de los tres años de edad.
¿Qué hacer?
En primer lugar, debemos intentar evitar los rugidos y las rabietas, para llevar a cabo la prevención. Si se trata de gritar y chillar, se deben seguir ciertas reglas.
Prevención. Tu puedes y no puedes
Las prohibiciones constantes son molestas y no conducen a nada bueno. Es necesario resaltar lo estrictamente prohibido (salir corriendo a la carretera, comer mucho chocolate, golpear al gato) y asegurarse de explicar por qué. Todo lo demás debe resolverse de acuerdo con las circunstancias, observando constantemente (e imperceptiblemente) al niño, no limitando su independencia, sino tratando (nuevamente imperceptiblemente) de guiarlo y ayudarlo.
yo mismo
El niño quiere hacer mucho por su cuenta: sea paciente, permita (con la excepción de las estrictas prohibiciones mencionadas anteriormente), enseñe y asegúrese de elogiar.
El juego
Se deben inventar situaciones de caza menor, competiciones. Quién se vestirá más rápido: un niño o "Kolobok en otra ciudad" (finge que el progreso del proceso se informa constantemente por teléfono; aquí Kolobok ya se puso un suéter, ya se sacó una bufanda).
Término análogo
Reemplaza un artículo que no es recomendable tocar (si no está incluido en prohibiciones estrictas) por algún análogo (copia de juguete) y supera el reemplazo.
Preparación preliminar
Si los invitados van a venir a la casa pronto, o el niño va a algún lugar donde se reúnen muchos niños, inicie una conversación sobre esto con unos días de anticipación. Explique las reglas de conducta, diga cómo y dónde se llevará a cabo este evento, quién estará allí. Si el evento es fuera del hogar, entonces venga temprano, media hora antes del comienzo, para darle al niño la oportunidad de acostumbrarse y cambiar a un nuevo entorno y nuevas personas.
Interesar
Si el niño no quiere hacer algo (excepto en los casos en que sea realmente peligroso o muy desagradable para él), debe crear interés, decirle cómo será interesante y maravilloso, con detalles vívidos.
La implementación de estos métodos de prevención en muchos casos ayuda a prevenir y evitar los berrinches infantiles durante la crisis del tercer año.