Después de tres años de vida, el niño comienza a pasar por un período de transición. Este es el momento de crecer desde la infancia hasta la edad escolar primaria. El carácter y los hábitos del niño cambian, comienzan las rabietas desmotivadas. Solo se puede recomendar a los padres que ingresen esta edad del niño ya preparado.
¿Qué es lo que más confunde a los padres de los niños de tres años? Rabietas constantes desde cero. Pero solo a los adultos les parece que el niño no tiene motivos para su mal comportamiento, pero de hecho hay muchos de ellos. A esta edad, el niño eleva cualquier situación desagradable a grotesca. ¿Sobrecargado de trabajo? Lágrimas. ¿No compraste un juguete? Rabieta con fieltro en el suelo. ¿Hambriento? De nuevo histéricos con exigencias incomprensibles.
Qué pueden hacer los padres en tales situaciones. Cálmate primero, incluso si tu pequeño está llorando en la acera de una calle concurrida. No reaccione a tales caprichos de ninguna manera. Solo pídele con calma que se levante y siga adelante. Verás, en un par de minutos se levantará como si nada y te seguirá tranquilamente. Entrena tu calma interior. Para un niño, lo más importante es su reacción. Si no está ahí, entonces no hay razón para la histeria.
A la edad de tres años, el niño ya debe comprender claramente el significado de las palabras "no", "no", "peligroso". Además, todos los miembros de la familia y todas las personas que tienen contacto con el niño (niñera, abuela) deben adherirse a esta línea. No puedes sentarte en el alféizar de la ventana, punto. No, no puedes comer dulces por la noche. Gradualmente, estas prohibiciones se darán por sentadas y no causarán confusión. Pero todas las prohibiciones deben estar justificadas.
Controle sus emociones. Nuestros hijos son imágenes especulares de nosotros mismos. Si los propios padres caen en la agresión, gritan, juran, golpean, entonces uno no debería sorprenderse de que los niños adopten tal comportamiento. Si siente que ya no puede controlarse, simplemente aléjese del niño y ciérrelo en otra habitación. Y ahí puedes llorar, gritar, golpearte la almohada con los puños. Y debes salir con los niños ya completamente calmados. Y solo si la culpa del niño fue grave, háblele sobre su comportamiento, pero sin emociones innecesarias.
La crisis de los tres años se puede expresar claramente incluso en aquellas situaciones en las que un niño va al jardín por primera vez, tiene un hermano o hermana menor, su madre va a trabajar y aparece una niñera. Todo esto es un gran estrés para el niño. A los tres años, la psique del bebé aún no está lista para tales cambios, pero ya se lo reconoce como grande. Sí, alguien como él, según los padres, ya puede pasar varias horas al día en compañía de niños desconocidos, jugar solo e incluso ayudar en la casa. No fuerces las cosas, deja que el niño sea un niño.