El líquido amniótico es un indicador muy importante durante el embarazo. Su volumen puede indicar problemas con el desarrollo del feto. En algunos casos, se puede producir una fuga de líquido amniótico. Es por eso que una mujer embarazada debe saber exactamente cómo se ve, para no confundirse con otros fluidos fisiológicos y no entrar en pánico en vano.
¿Qué es el líquido amniótico?
El líquido amniótico es una sustancia que normalmente no tiene color ni olor acre. El 97% es agua, que incluye una variedad de nutrientes: proteínas, sales minerales. Además, en el líquido amniótico, tras un examen minucioso, se pueden encontrar células de la piel, cabello y alcaloides. Además, el olor a líquido, según los científicos, se parece al de la leche materna. Es por eso que el bebé recién nacido inmediatamente después de dar a luz se acerca al pecho de la madre.
La descarga de líquido amniótico es una de las señales seguras de que el trabajo de parto ya ha comenzado. Sin embargo, no es raro que las aguas se escurran antes. Y es muy importante no perderse este momento, porque el feto puede vivir sin ellos solo 12 horas.
Si hay algún problema con el feto, las aguas pueden volverse verdes o incluso marrones. Si la futura madre ve la fuga de aguas oscuras, debe llamar inmediatamente a una ambulancia.
Cómo se ven las aguas residuales
Normalmente, si todo está en orden con la mujer en trabajo de parto y el bebé, las aguas parecen agua corriente. Muy a menudo, en la etapa inicial del parto, las mujeres van a la ducha para que les sea más fácil soportar las contracciones, por lo que es posible que no se den cuenta de que el agua se les ha ido, porque en el contexto general, serán completamente invisibles. En algunos casos, después del paso del agua, una mujer puede sentir contracciones del útero, lo que indica que el trabajo de parto ha entrado en una nueva fase.
Sin embargo, a menudo sucede que el agua comienza a gotear mucho antes del inicio del trabajo de parto, a veces, incluso 2-3 meses. En este caso, debe realizar un seguimiento muy cuidadoso de la cantidad que sale. Entonces, por ejemplo, se cree que normalmente puede ser una descarga natural de líquido con un volumen de aproximadamente una cucharada. A veces, las mujeres embarazadas incluso confunden esto con incontinencia urinaria. Tal pérdida de líquido amniótico es bastante natural y no causa ningún daño al niño, especialmente porque se restauran las aguas.
En promedio, la cantidad de líquido amniótico para el parto es de 1.0 a 1.5 litros. Su papel es difícil de sobrestimar: contribuyen al desarrollo normal del feto, protegiéndolo de ser aplastado por las paredes del útero y de influencias físicas externas.
Si hay más de tres meses antes del parto y la cantidad de líquido amniótico que se escapa supera la norma, debe consultar urgentemente a un médico. La opción ideal es llamar a una ambulancia. Exceder la norma puede indicar el inicio de un nacimiento prematuro.
Cómo calmarte
Si le preocupa que el agua gotee, no debe sentarse en casa y tener miedo. Tienes dos opciones. La primera es acudir al médico para una consulta. El ginecólogo realizará todas las manipulaciones necesarias y comprenderá si es agua. Si sospecha y le parece que el agua se le escapa todo el tiempo, naturalmente, no correrá al médico. Para no volver a acosarte, basta con ir a la farmacia y comprar una prueba especial. Exteriormente, es bastante similar a lo que se hace al comienzo del embarazo. Esta prueba determina con bastante precisión la fuga de agua y permite a la futura madre encontrar la paz y la confianza de que todo va bien y nada amenaza la salud de su bebé.