En el útero, el niño puede tomar cualquier posición. La mayoría de los bebés se colocan con la cabeza hacia abajo en el momento del nacimiento, esta posición se considera la más óptima para pasar por el canal del parto. No solo el médico puede determinar exactamente cómo miente el niño, sino también la propia madre.
Instrucciones
Paso 1
Hasta las 30 semanas, la ubicación del bebé en el útero no significa absolutamente nada. El niño puede darse la vuelta más de una vez, y solo en una fecha posterior se puede hablar más o menos sobre su puesto.
Paso 2
La forma más fácil para que un médico determine la posición del feto es usando una máquina de ultrasonido. Habiendo iluminado la pared abdominal, el médico podrá decir con confianza exactamente cómo se encuentra el bebé.
Paso 3
Cuando se inspecciona manualmente, buscará piezas grandes que sobresalgan. Puede ser la cabeza o el trasero. Además, el primero será mucho más denso al tacto, además, aparecerá con mayor claridad.
Paso 4
Pero una madre observadora, sin la ayuda de los médicos, podrá reconocer exactamente cómo miente su hijo. Algunos dependen del hipo para hacer esto, pero estos sentimientos pueden ser muy subjetivos. Los niños en el útero tienen hipo con todo el cuerpo, por lo que la ubicación del hipo no significa nada.
Paso 5
Revolver puede ser una buena pista. Las piernas del bebé son mucho más fuertes que las manos, por lo que patea de manera bastante notable. Sucede que la futura madre se queja de que el bebé está literalmente bailando sobre su vejiga, y tan pronto como las patadas se mueven hacia el estómago o el hígado, significa que el feto se ha volteado.
Paso 6
Pero también se pueden observar fuertes temblores en la parte superior del abdomen con la posición transversal del feto. Sin embargo, al final del embarazo, el tamaño del bebé, acostado, le permite sentir su trasero y su cabeza a los lados.
Paso 7
No entre en pánico si le parece que su hijo está colocado incorrectamente. Hay casos en que los niños se torcieron y voltearon en medio de las contracciones. Pero comparte tus inquietudes con el médico, él las refutará o te ofrecerá ejercicios especiales con los que el bebé tomará la posición correcta.