En los países europeos, los niños han cruzado durante mucho tiempo la frontera del cinismo que separa la fe en Santa Claus de las realidades de la vida. Por lo tanto, están felices de combinar estos conceptos. En nuestro país, la creencia en los milagros es cada vez menor, por lo que solo los padres pueden hacer del Año Nuevo para los niños un cuento de hadas que permanecerá en la memoria durante muchos años. Y no se requiere tanto para esto.
Instrucciones
Paso 1
Antes de desearle a su hijo un Feliz Año Nuevo, cree un ambiente apropiado en el apartamento y mantenga la fe en un milagro. Si un niño escucha en siete frases que Santa Claus no existe, entonces no será fácil convencer al bebé en su presencia. Comience el trabajo preparatorio en el otoño, diciéndole a los más pequeños que el invierno llegará pronto, habrá vacaciones y regalos. Puede intentar escribir una carta a Santa Claus y esperar una respuesta, que puede ser enviada por correo por amigos cercanos o familiares. Es importante que la letra de la carta no sea familiar para el niño, de lo contrario se perderá toda la intriga al comienzo de la celebración.
Paso 2
Decora tu apartamento colocando un árbol de Navidad. Deje que su hijo participe en la decoración. Así podrá darse cuenta de su implicación en la fiesta y esperará con gran inquietud su llegada. Al mismo tiempo, es recomendable crear varios juguetes con sus propias manos, no importa si se trata de una linterna de papel o una mandarina suspendida de una cuerda.
Paso 3
A la edad de tres a cinco años, puede desear a los niños un Feliz Año Nuevo a través de personajes de cuentos de hadas especialmente invitados. Los padres solo pueden atender la compra de un regalo y llamar a los trabajadores correspondientes. En la edad escolar, es poco probable que este truco pase, así que apúrate para hacer un milagro con tus propias manos en un momento en que todavía es posible.
Paso 4
El regalo juega un papel importante en toda la celebración. Los padres se enterarán de antemano de lo que el niño quiere conseguir y es recomendable no posponer la compra de lo necesario para los últimos días antes de las vacaciones. De lo contrario, puede encontrarse en una situación en la que el juguete deseado simplemente no estará a la venta. Si es posible, no lo coloque debajo del árbol, sino usando la imaginación. Por ejemplo, los artículos pequeños como un reloj o un teléfono celular pueden simplemente colgarse de las ramas de un árbol de Navidad. Entonces las emociones sobre la mina del regalo serán más brillantes.