Cuando una hija entra en la adolescencia, muy a menudo tiene un malentendido con sus padres. Les parece que el "bebé" es todavía muy pequeño y todavía tiene que jugar con muñecos. Pero contrariamente a las expectativas de los adultos, se hace piercings, se tiñe el pelo de un color espeluznante, llega tarde a casa y no va a dar cuenta de sus aventuras. A menudo, estas situaciones se convierten en callejones sin salida para ambas partes.
Es necesario
- - respeto por la personalidad de la hija;
- - aceptación de sus nuevas características de comportamiento;
- - conversaciones confidenciales en igualdad de condiciones
Instrucciones
Paso 1
Tranquilo y sobriamente, sin emoción, analiza la situación. Quizás no te diste cuenta cuando tu "bebé" se convirtió en una niña. Entender que en el fondo, todos los padres son un poco egoístas y no quieren aceptar la verdad de que su hija ya tiene derecho a la privacidad. Y si esta vida es muy diferente de sus ideas sobre la vida "normal" de una adolescente, no es necesario que le imponga su visión del mundo.
Paso 2
Sea condescendiente con las tendencias actuales de la moda adolescente. No olvide que cada generación posterior difiere de alguna manera de la anterior. Tómatelo con calma con las necesidades de tu hija en crecimiento, ella está ansiosa por satisfacer su sexualidad, y esto es bastante normal.
Paso 3
Para mejorar las relaciones con su hija, no debe leerla moralizando constantemente y controlar por completo su vida. Si devuelve una atmósfera de confianza a su relación, su hija no intentará hacer todo a pesar de todo.
Paso 4
Considere el hecho de que antes de que las niñas tuvieran su primera experiencia sexual a la edad de 19-20 años, ahora, a los 14-15. Debe aceptar esto y, si es posible, no regañar, pero advertir a su hija sobre las posibles consecuencias. Lo mismo ocurre con los experimentos con alcohol y nicotina. No se tome todo demasiado trágicamente, gradualmente este período seguramente pasará y su hija volverá a convertirse en una persona "normal".
Paso 5
Intenta hablar con tu hija, desafíala a tener una conversación franca. Al mismo tiempo, no es necesario que adoptes una posición autoritaria, al contrario, debes estar en pie de igualdad con ella. Pregunte qué le preocupa a su hijo, cómo es su relación con los chicos, con sus amigos, cómo le va en la escuela, etc. Tus preguntas no deben ser un interrogatorio con pasión, sino participación, una manifestación de amor, cariño y atención, porque a pesar de todos sus pecados, recuerda que esta es tu hija.
Paso 6
Esfuércese para que tales conversaciones con el niño no sean aleatorias, únicas, sino frecuentes, casi diarias y solo traigan emociones positivas a ambas partes. Empiece a respetar a su hijo, sea lo que sea, ámele no solo por sus sobresalientes y su comportamiento ejemplar, muestre un cuidado y una atención sinceros a su hija, y ella definitivamente le pagará de la misma manera.