El divorcio es una grave tragedia en la vida de todas las familias. El divorcio de los niños se convierte en un verdadero desastre. Para un niño que recién está formando un sistema de valores y una idea del amor, esto es un colapso real, un trauma psicológico grave. El niño tiene miedo, está enojado y no comprende en absoluto cómo vivirá más.
En gran medida, la resistencia de un niño al estrés y la flexibilidad psicológica dependen de su edad. Los niños menores de 6 años experimentan la ruptura familiar más dolorosa, ya que la base de su sano desarrollo psicoemocional durante este período es la estabilidad y la confianza.
¿Cómo pueden los adultos ayudar a los niños a afrontar el estrés?
- Los bebés de hasta 1, 5 años, naturalmente, aún no se dan cuenta de lo que está pasando, pero se les transmite el nerviosismo e irascibilidad de sus padres. Se vuelven más llorosos, irritables y pueden producirse alteraciones del sueño. El niño se beneficiará de la máxima observancia de su rutina diaria habitual. Debe tomar al niño en sus brazos con tanta frecuencia como sea posible, abrazarlo, entonces podrá sentirse protegido.
- A la edad de 1, 5 a 3 años, los niños pasan muy mal por los cambios en la vida de la familia. A esta edad, el mundo entero para ellos es una familia. No importa cómo les expliquen los padres, no pueden entender por qué papá o mamá ya no están. A menudo, los niños se ponen muy nerviosos, puede haber retrasos en el desarrollo. Para que el niño pueda afrontar la situación con la mayor facilidad posible, los padres deben, como antes, participar en la vida del niño, manteniendo su forma de vida habitual tanto como sea posible.
- El grupo de edad de niños de 3 a 6 años aún no puede comprender las verdaderas razones de la separación de los padres. Es muy trágico cuando los niños piensan que el divorcio se produjo a causa de ellos. Los niños pueden ser perseguidos por el miedo al sueño oscuro e inquieto. Será más fácil para ellos si los padres rompen en términos amistosos, y ellos mismos no estarán en una depresión prolongada. Muchos padres cometen un grave error cuando comienzan a compartir sus sentimientos con su hijo o hija oa descargar su enojo con los niños. Es mejor que los padres visiten a un psicólogo y lleven al niño a un especialista en pediatría.
- Los niños mayores, de 6 a 11 años, ya pueden comprender las razones y el significado del divorcio de sus padres. A esta edad, los niños comienzan a tener miedo de perder a sus seres queridos, de estar solos. Creen que pueden ayudar a sus padres a volver a ser una familia, pueden tomar alguna acción al respecto. En este momento, los padres deben establecer relaciones amistosas entre sí, excluir disputas y acusaciones mutuas en presencia de niños. Cada uno de los padres debe pasar el mayor tiempo posible con sus hijos, interesarse por sus pensamientos y sentimientos y caminar con ellos. Es útil para organizar viajes de placer y nuevos pasatiempos conjuntos.
Cualquiera que sea la relación que tengan los padres, lo principal es que, si ya tienen hijos, antes que nada piense en ellos. Después de todo, los niños ciertamente no tienen la culpa de lo que sucede entre adultos.