¿Su bebé amable y obediente de ayer parecía un pequeño monstruo? Los caprichos, la terquedad y las rabietas reales son bien conocidos por los padres de niños de tres años. ¿Cómo comportarse correctamente para no dañar a nadie?
A la edad de 2,5 a 3,5 años, el niño, y con él y toda su familia, atraviesa una crisis. El niño ya ha superado las reglas y procedimientos establecidos. Exige cambio. La consecuencia de esta crisis es la perestroika, el desarrollo de cualidades volitivas e independencia. Pero los padres están más preocupados por los síntomas: falta de voluntad para hacer lo que dicen, negativa a comer, dormir, jugar, lágrimas, gritos, rabietas.
Recuerde, el mal comportamiento y las lágrimas no existen por sí solos. Si un niño es travieso, siempre hay una razón para ello. No puede transmitirle sus problemas y deseos en un lenguaje adulto y lo hace de la manera que sabe. Quizás a su bebé le falta su atención, o hay problemas en la familia que él o ella está sintiendo.
Es muy importante que todos los miembros de la familia se adhieran a los mismos principios de crianza. Acuerde con sus abuelos y niñeras qué permitir y qué prohibir. Trate de transmitirles la importancia de su unanimidad. De lo contrario, el niño se confundirá y esto afectará su comportamiento.
Los psicólogos han rechazado durante mucho tiempo el castigo físico. Este comportamiento humilla al niño, lo vuelve agresivo. Prueba otros métodos. Muy a menudo, su indiferencia, falta de atención funciona muy rápidamente. Por ejemplo, un niño en una tienda pisa fuerte y grita porque quiere algún tipo de juguete que no le vas a comprar. Primero, hable con voz tranquila sobre su decisión, explique el motivo. Si el niño continúa "divirtiéndose", dígale que le hable cuando se haya calmado y deje de prestarle atención hasta que deje de llorar. Verás, se aburrirá muy rápido. No juzgues al niño, sino sus acciones. No digas "eres malo", di "te portaste mal".
Si las rabietas de compras son su punto fuerte, no lleve a su hijo a la tienda. Déjelo con alguien en casa o pídale a un familiar que vaya de compras. Por supuesto, no todo el mundo tiene esa oportunidad, pero si la tiene, úsela.
El niño quiere independencia. Si se lo prohíbes todo, no crecerá. Dale a tu bebé libertad de acción en todo aquello que no suponga un peligro para su salud. ¿Quiere comerse solo? ¡Buen provecho! ¿Quieres vestirte solo? ¡De nada! ¿Quieres cortar una ensalada? Dale un cuchillo de plástico, déjalo raspar.
Vestirse es un tema aparte para los niños de tres años. Para no llegar tarde al jardín de infantes, comience a prepararse con anticipación. No es necesario esperar los milagros de la preparación instantánea del niño en el último minuto. Necesita al menos 30 minutos. Para evitar "No quiero, no quiero", sugiera varios vestidos a juego (pantalones, camisas) para elegir. Esto creará la ilusión de una toma de decisiones independiente.
Trate de dar elección en todo. Qué juguetes jugar, qué comer para cenar, dónde ir a pasear … Incluso la elección de recibir el castigo. Tener una alternativa le enseñará a su hijo a tomar decisiones y le ahorrará tiempo y molestias.
Para acostar al niño a tiempo, observe la rutina diaria, prepárese para acostarse con anticipación. Apague la televisión, atenúe las luces, hable sobre su día, lea un libro. Esto hará que su bebé se duerma gradualmente.
Sea paciente y ayude a su hijo a superar este período difícil. Lo principal es la tranquilidad. La falta de reacción violenta es lo más valioso para ti en esta etapa. Cuanto más nervioso esté, más caprichoso y releído será el bebé.