¿Está Bien Avergonzar A Un Niño?

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¿Está Bien Avergonzar A Un Niño?
¿Está Bien Avergonzar A Un Niño?
Anonim

Muchos padres creen que la vergüenza es una buena palanca para la crianza que puede hacer que un niño quiera dejar de hacer ciertas cosas. De hecho, un llamado a la vergüenza puede causar un daño irreparable a la psique de una personita.

¿Está bien avergonzar a un niño?
¿Está bien avergonzar a un niño?

Por qué avergonzar es dañino

La vergüenza es una emoción muy poderosa y desagradable. A veces parece que si avergüenza a su hijo, puede influir positivamente en su comportamiento. Pero esto está lejos de ser el caso. Llamar a la vergüenza es una forma de manipulación que provoca sentimientos negativos en un niño, menosprecia su personalidad, lo obliga a considerarse malo. La vergüenza, por supuesto, traumatiza mucho a la personita, porque se violan sus límites personales, se abre algo que no quiere que se le muestre a nadie. Como resultado, el niño comienza a dudar de sí mismo, tiene miedo de tomar alguna acción anticipando la condena de los padres, se vuelve falta de iniciativa, se retrae en sí mismo.

Los psicólogos señalan que los niños que se avergüenzan constantemente se caracterizan por cualidades como la duda de sí mismos, la falta de voluntad para abrirse, a menudo se sienten avergonzados, se sienten inferiores. Estos niños reaccionan muy bruscamente a las críticas, ya que perciben el error como prueba de su inutilidad.

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En la edad adulta, estas personas se caracterizan por la arrogancia y la jactancia, de esta manera compensan el sentimiento interno de vergüenza. Sufren de soledad incluso si son cuidados. Para las personas que a menudo se avergonzaban en la infancia, la presencia de malos hábitos con los que intentan reprimir un sentimiento desagradable dentro de sí mismos es característica, tales hábitos incluyen juegos de azar, adicción a las compras, comer en exceso, adicción al trabajo.

¿Qué causa vergüenza?

El sentimiento de vergüenza en un niño no es solo censura por sus malas acciones. La comparación con otros niños desencadena esta emoción. Por ejemplo, cuando dicen que otro niño se está portando mejor o mejor.

También surge una sensación de vergüenza cuando el niño está bajo control total, cuando los límites de la personalidad son violados por vigilancia, controles, curiosidad excesiva. Cada persona, incluso a una edad temprana, debe tener su propio espacio personal, sus propios secretos, su tiempo libre. De lo contrario, una persona pequeña comienza a dudar de sí misma, siente que él mismo no es capaz de nada.

La vergüenza interna también aparece cuando los padres ignoran eventos importantes para el niño, su opinión, sus logros y éxitos. En este caso, el niño desarrolla un sentimiento de absoluta insignificancia, porque incluso las personas más cercanas no lo apoyan.

Cómo lidiar con el impulso de la vergüenza

Para no infligir un trauma psicológico a su hijo, que lo acompañará durante toda su vida, es necesario de una vez por todas abandonar este método de crianza: la vergüenza. Solo el asalto puede ser peor que la vergüenza.

De hecho, la función de la conciencia aparece muy temprano en los niños, y el propio niño sabe que ha cometido una mala acción. En primer lugar, el padre debe discutir con el niño por qué cometió esta acción, qué consecuencias puede tener para él y quienes lo rodean, qué daño puede causar. Tales conversaciones, sin reprochar al individuo, ayudarán a mantener la autoestima del niño, le enseñarán a predecir las consecuencias de sus acciones.

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Cuanto más respetuosos tratemos al niño, más diálogo constructivo mantenemos con él, más fácil será para él darse cuenta de lo que ha hecho, aceptarlo y corregir la situación.

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