Ella entra en la habitación y su corazón se detiene. Así es, ¡esto es enamorarse! Sin embargo, en lugar de llenar la vida de alegría e inspirar hechos, este maravilloso sentimiento te atormenta hasta que sabes si es mutuo. Debes reunir tu coraje y contarle todo a la chica que cautivó tu corazón. Y hay al menos cuatro enfoques para esta delicada admisión.
Instrucciones
Paso 1
Opción 1: cautivar con sinceridad
Acércate y di directamente que te gusta la chica y que te gustaría invitarla a una película / concierto / zoológico. No hay nada más atractivo que la franqueza. Si estudian juntos, siéntense con ella en la cafetería de estudiantes o en la biblioteca, pero no por mucho tiempo, literalmente 10 minutos. Si tienes una compañía común, en una fiesta o el cumpleaños de alguien, antes de despedirte, di que estás fascinado y te gustaría caer bajo su hechizo al menos una vez más.
Paso 2
Opción 2: alcance sorprendente
Envíale un ramo a tu novia al trabajo o a la clase. Ve hacia ella por la ventana de la boca de incendios. Desciende con el equipo de un escalador industrial. Incluso las chicas más modestas aprecian la demostración pública de sentimientos por ellas. Así que esa es tu hazaña. Lo más probable es que se agradezca.
Paso 3
Opción 3: intrigante desconocido
Averigüe su número y entre en correspondencia, pero solo con un sentido de proporción: permítase cumplidos decentes y solo un par de veces al día (de lo contrario, su importunidad la alejará). Y después de que se derrita frente a tu encanto epistolar, ábrete de incógnito. La escritura con tiza en el asfalto debajo de las ventanas también funcionará.
Paso 4
Opción 4: inspirar confianza
Finalmente, la forma más larga y difícil, pero también la más confiable, de demostrar sus sentimientos es hacerse necesario. Ayude a la niña con la preparación para el examen de conducir, instale el sistema operativo en su computadora y domine el programa que necesita. O regale una entrada para un concierto de la intérprete que le gusta cuando se dé cuenta tarde y todos los asientos estén agotados. Ella puede agradecerle cuando venga al auditorio, y usted está en la siguiente silla. ¡Qué casualidad!