La introducción de nuevos productos en la dieta del bebé es en sí misma una prueba para el organismo, y en presencia de reacciones alérgicas a algunos platos, este proceso se vuelve mucho más complicado. Los padres se enfrentan a la tarea de acostumbrar gradualmente el estómago y el sistema digestivo en su conjunto a sabores desconocidos, sin dañar el cuerpo.
Las alergias pueden ser a varios alimentos y elementos individuales. Lo principal es determinar correctamente su tipo y estudiar todos los componentes de los platos comprados. Por ejemplo, si hay una reacción a la proteína de la leche de vaca, también llamada deficiencia de lactosa, puede ocurrir intolerancia a la carne.
¿Qué carne es menos alérgica?
Para la primera alimentación de un bebé alérgico, debe elegir carne de pavo o conejo. En ausencia de alergias, puede incluir gradualmente la ternera y la carne de res en la dieta y, un poco más tarde, la carne de cerdo magra. Se recomienda añadir el cordero al final.
De acuerdo con la recomendación de los nutricionistas, la carne debe alternarse en el menú después de una semana o un mes, y cuando el niño cumpla los 10 meses, los platos de pescado deben incluirse en el menú una vez por semana.
Reglas de alimentación complementarias
Se debe introducir un nuevo tipo de alimento en la dieta del niño cuando esté relativamente sano, es decir, no haya enrojecimiento ni erupciones en la piel. Al mismo tiempo, es altamente indeseable combinar la adición de varios platos nuevos al mismo tiempo. Los primeros alimentos complementarios para niños propensos a las alergias se prescriben más tarde que otros, teniendo en cuenta las características individuales del organismo. Por primera vez, puede dar un cuarto de cucharadita al día. Esto debería tener lugar por la mañana. Cada vez, el volumen se duplica y se lleva a la norma de edad en 7-10 días.
Los padres deben evaluar el estado de la piel del niño a diario y prestar atención a su digestión. Al mismo tiempo, cualquier cambio indica la necesidad de dejar de usar este producto.
La carne debe introducirse como alimento complementario después de la reacción normal del cuerpo al puré de verduras. La edad más óptima para familiarizarse con el sabor de la carne es de 7-7,5 meses. El primer puré de patatas debe ser monocomponente, es decir, aquellos que constan de un tipo de carne.
Si el niño ya tiene un año, puede intentar introducir carne de pollo, pero si hay alergia a los huevos de gallina, esta opción desaparece. La auto preparación del puré de papas requiere un pedido especial: en primer lugar, la carne debe hervirse en dos aguas: primero ponerla en agua hirviendo hasta que se formen burbujas y luego volver a hacerlo. Cabe señalar que absolutamente todos los caldos de carne están contraindicados para niños con alergias alimentarias.
En general, el procedimiento para introducir carne en la dieta debe acordarse con el médico tratante.