Hoy en día, existen muchos dispositivos diferentes que ayudan a cuidar a un niño pequeño. Uno de los más populares son los andadores, ya que permiten a la madre tener las manos libres para las tareas del hogar al menos por un tiempo, mientras que el bebé puede moverse de forma independiente por la habitación, explorando el espacio.
En un andador, los niños suelen comportarse con calma, no piden bolígrafos, comienzan a explorar activamente el mundo. Aprenden rápidamente el mecanismo de caminar sobre dos piernas. El diseño del andador se hace muy a menudo de tal manera que los parachoques que tienen sobre ellos son más anchos que el brazo del bebé, es decir, se puede dejar al niño desatendido por un tiempo, sin preocuparse de que llegue a la salida o agarre el tijeras. Pero, de hecho, estos son todos los beneficios de comprar un andador.
Los caminantes interfieren con el gateo
La principal desventaja de usar un andador es que el niño puede omitir el período de gateo por completo o gatear menos de lo necesario para un desarrollo armonioso. Gatear es una de las etapas más importantes en el desarrollo de un niño. Como regla general, los bebés gatean durante unos tres meses antes de comenzar a caminar, lo que, a su vez, es necesario para fortalecer el sistema musculoesquelético y los músculos de la espalda.
Gatear tiene un efecto bastante beneficioso sobre el desarrollo uniforme de los hemisferios cerebrales y el desarrollo de la coordinación de movimientos.
Otro factor negativo es demasiada carga en el andador sobre el sistema musculoesquelético y la columna vertebral del niño. Después de todo, si el bebé no camina solo, entonces su cuerpo aún no está listo para esto y no se sabe cómo esto puede afectar la condición de la columna y las articulaciones de la cadera en el futuro. Si el niño tiene displasia, está estrictamente prohibido ponerlo en un andador, ya que esto puede causarle aún más daño.
Mayor riesgo de lesiones
Al estar en el andador, el bebé está protegido desde todos los lados por parachoques y, en consecuencia, no aprende a tener cuidado. A pesar de que los andadores tienen un diseño amplio, resultan bastante traumáticos. Umbrales, juguetes esparcidos por el piso, golpes en la alfombra: todo esto puede hacer que el andador se vuelque y, como resultado, lastime al niño.
Como en la carcel
Además, mientras está sentado en el andador, el niño está constantemente a la misma altura y no puede pararse y ponerse en cuclillas libremente. Lo que, a su vez, es perjudicial para la salud y tiene un efecto bastante negativo en la capacidad del bebé para dominar su cuerpo, coordinar correctamente los movimientos, equilibrarse y no caer.
Sentado en un andador, un niño no aprende a caminar en absoluto, sino solo a reorganizar sus piernas, mientras que no domina el arte de mantener el equilibrio, que es tan necesario para caminar.
Los andadores, aunque ayudan a la madre, le hacen más daño que bien al bebé. La propia naturaleza ha planificado el momento en que el niño gatea, cuándo caminar.