¿Está llorando el bebé? La primera reacción de la madre es levantarlo, incluso después de estar satisfecha de que está lleno, el pañal está seco y no parece existir ningún estímulo externo. Recógelo al menos por el bien del silencio en la casa. Pero, ¿vale la pena hacerlo? Incluso hace dos o tres décadas, la mayoría de los pediatras hubieran respondido que no. Se hicieron eco y siempre dispuestas a dar consejos a las abuelas: "El niño se acostumbrará a las manos, se mimará …"
Hoy en día, la opinión de los pediatras, maestros y psicólogos infantiles ha cambiado drásticamente: es posible e incluso necesario levantar a un niño, especialmente cuando tiene tal necesidad.
Todos los padres saben que un bebé que llora se calmará rápidamente si lo levanta. Y el bebé adulto empieza a pedir sus brazos ya conscientemente. ¿Por qué lo necesita? ¿Qué le da eso? Comprender lo que está sucediendo con el bebé ayudará a los padres sin experiencia a tomar una decisión al respecto. Al estar nueve meses en el útero, el niño está acostumbrado a sentir a su madre junto a él, el ritmo cardíaco de su madre es natural para él. Por eso, sobre todo al principio, se siente más tranquilo en sus brazos.
El contacto táctil con la madre crea una sensación de seguridad en el niño, y esto le ayuda a adaptarse al nuevo entorno. El bebé necesita ese contacto y lo logra de la manera más accesible para él: llorando. Cuando la madre sostiene al bebé en sus brazos, la distancia entre el bebé y la cara de la madre es de 30 a 40 cm, que es la más óptima para el sistema visual del recién nacido. Al mismo tiempo, no olvidemos que un rostro humano es mucho más para un niño que un simple objeto de contemplación.
A los niños un poco mayores les encanta que los lleven por la habitación, mostrar y contar algo. El niño necesita que usted obtenga nueva información sobre el mundo fuera de la cuna o el corralito, es decir, con su ayuda, satisface su necesidad de nuevas experiencias. Pero la necesidad básica de un niño que pide tomarlo en sus brazos es, por supuesto, la necesidad del contacto emocional. Toda persona en la infancia debe recibir suficiente atención y afecto por parte de la madre. Los niños que experimentaron un sentimiento de soledad en la infancia y la edad temprana crecen emocionalmente subdesarrollados, retraídos, inseguros, y esto no tendrá el mejor efecto en toda su vida futura.
Entonces, en los brazos de la madre, el bebé tiene más oportunidades de desarrollo psicoemocional. Incluso se puede decir que un niño tiene derecho a exigir que sus padres lo tomen en sus brazos. No le niegues esto. Una madre que tiene miedo de malcriar a su hijo primero piensa en su propia comodidad, sin preocuparse por las necesidades reales del bebé. Los niños pequeños pueden y deben ser tomados en sus brazos, porque para ellos es la mejor prueba de que el mundo que los rodea es confiable y que ellos mismos son necesarios y amados.
Por supuesto, para una madre cargada de tareas domésticas diarias, el bebé en sus brazos genera ciertos inconvenientes. Pero el tiempo que pasa con el niño no debe considerarse perdido; no se olvide de las emociones positivas que la madre misma recibe cuando se comunica con el niño.