La preocupación insuficiente por la educación moral del bebé conduce a una mala comprensión del bien y del mal, del bien y del mal, y puede convertirse en la razón de la manifestación de las mentiras de los niños.
La lectura es una de las formas disponibles para formar un comportamiento correcto a una edad temprana. La lectura, no indica directamente, no proporciona una versión preparada del comportamiento, como se hace en una caricatura, sino que despierta la imaginación del niño, permitiéndole presentar una imagen dinámica de lo que está sucediendo y comprender qué es bueno y qué es malo.
Para que la lectura tenga un impacto educativo y educativo, para ayudar a obtener ideas sobre el comportamiento moral, intente discutir incluso la historia más pequeña. Resalta las acciones buenas y malas de los héroes, explicando qué tenía que hacer el personaje negativo para que la acción se volviera buena. Mientras el bebé no sepa hablar, simplemente te escuchará, y cuando aprenda a hablar podrá participar en las discusiones, ofreciendo sus opciones para el desarrollo de los eventos.
Al conocer una obra de arte, es importante hacerse la pregunta “¿por qué?” Tan a menudo como sea posible. Una forma tan simple ayudará a desarrollar la independencia del niño, la confianza en sí mismo, le permitirá pensar y razonar por sí mismo, entrenar el pensamiento, la lógica, el ingenio. Si al niño le resulta difícil responder o repetir "No sé", pregúntele cómo respondió, si lo sabía.
Cuando no haya tiempo en absoluto, intente leer al menos un fragmento pequeño. Esto se puede hacer por la noche antes de acostarse. Cuentos de N. Nosov, algunas parábolas y fábulas de L. Tolstoi pueden llegar a ser tan fáciles de entender y al mismo tiempo instructivas.
El tiempo que pasan con los padres jugando, leyendo u otra actividad útil tiene un efecto beneficioso sobre la psique y el desarrollo del niño, contribuye a la formación de relaciones armoniosas en la familia.