Criar A Un Hombrecito Codicioso

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Video: Criar A Un Hombrecito Codicioso

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Video: Jorge Bucay - Un cuento sobre la ambición y la codicia 2024, Noviembre
Anonim

En el proceso de desarrollo, cada bebé atraviesa una serie de edades de crisis. Por ejemplo, la crisis de los tres años se manifiesta en el egoísmo de los niños y la actitud de un maestro hacia todo lo que les rodea. A menudo se puede escuchar "mío" y "mío". Debido a la tacañería, surgen conflictos entre los niños que tanto molestan a sus padres.

Criar a un hombrecito codicioso
Criar a un hombrecito codicioso

Al criar a un niño-dueño, vale la pena recordar que a esta edad se siente como una persona y distingue claramente entre su “yo” y el mundo que lo rodea. Todo lo que le rodea se considera de su propiedad, para compartirlo o no, lo decide por su cuenta.

En primer lugar, no hay necesidad de avergonzar o regañar a su hijo por no querer compartir con los demás. Y tampoco debes darle a nadie las cosas que pertenecen al bebé. Los juguetes del niño son de su propiedad, puede deshacerse de ellos a su discreción. Además, nunca debe permitir que otros adultos llamen a su hijo codicioso. El niño debe sentir el apoyo de los padres. Y quienes, sin importar cuán adultos sean, saben que las pertenencias personales son propiedad de la que se puede disponer a su gusto. Y si en un grupo de niños uno llora sin conseguir lo que quería, no hay necesidad de culpar a nadie.

Hay varios pasos que puede seguir para enseñarle a su hijo cómo compartir que lo ayudarán a superar la tacañería con el tiempo. Los padres deben explicarle al niño que dándole un juguete a otro durante un tiempo, será posible recuperarlo. Los niños a menudo piensan que habiendo dado lo suyo, nunca lo recibirán de vuelta. Intente realizar un "intercambio". Cuando juegue con otros niños, siempre puede dejar que sus juguetes jueguen y obtener algo interesante a cambio. Siempre debe dejar la elección de su hijo. Dado que esto es lo suyo, le corresponde a él decidir si compartir o no.

Hay momentos en que en una familia donde hay varios niños, no es necesario decirle al niño mayor que ceda al menor. Los niños deben ser iguales. Pero en el caso de que se produzcan concesiones por iniciativa del niño mayor, conviene alabar y agradecer la atención.

No se centre en los casos en los que el niño no quiere compartir. Por ejemplo, cuando vienen invitados y, por supuesto, quieren jugar con cosas nuevas e interesantes. El niño puede tomarlo con hostilidad y la persuasión en este caso no ayudará. Todos deberían participar en un juego común donde todos puedan sentir y el conflicto desaparecerá.

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