Hurgarse la nariz no es solo un mal hábito, sino también el riesgo de daño a las mucosas. Además, un niño con los dedos no muy limpios puede inyectarse una infección en la nariz. Comprenda las razones detrás de esto y ayude a su hijo a afrontar la deficiencia.
Instrucciones
Paso 1
Quizás el niño se esté hurgando la nariz debido al secado de la membrana mucosa. Los sistemas de aire acondicionado y calefacción secan el aire, lo que dificulta la respiración de los bebés. Ocúpate de humedecer el aire con un dispositivo especial o simplemente usando agua mojando una sábana o vertiendo líquido en una palangana.
Paso 2
Tal vez el niño tenga secreción nasal y esté tratando de deshacerse de los mocos. En cualquier caso, enséñele a sonarse la nariz, y si todavía es demasiado pequeño para ello, usted mismo controle regularmente la higiene de su nariz. Esta técnica también ayuda: corte las uñas del niño más cortas para que no haya nada especial que picar en la nariz.
Paso 3
Sucede que hurgarse la nariz es una consecuencia de la ansiedad generalizada del bebé. Habla con él, dibuja o retrata sus miedos y motivos de preocupación. A veces debes prestarte atención a ti mismo. Si una madre está demasiado ansiosa por las nimiedades, su estado de ánimo se transmite a su hijo o hija. Cuando los padres están psicológicamente estables, el niño también es más fácil, es menos propenso a acciones obsesivas.
Paso 4
Si un niño se hurga la nariz cuando está aburrido, inconscientemente, además de eliminar el nerviosismo, puede encontrar algo que hacer con sus manos. Ofrezca dibujar, deslumbrar, pintar o pegar. Cuando el niño no solo es apasionado, sino que también está físicamente ocupado, no tiene tiempo para distraerse con un mal hábito.
Paso 5
Piense si el niño podría seguir un ejemplo de alguien en casa: ¿de sus padres o de niños mayores? Si en la familia alguien se hurga la nariz constantemente, pensando que nadie lo ve, se equivoca. Los niños adoptan instantáneamente estos comportamientos y también comienzan a explorar sus fosas nasales. Entonces, primero debe eliminar este hábito en los adultos y solo luego esperar lo mismo del niño.
Paso 6
Intente asustar a su hijo sobre los efectos negativos de hurgarse la nariz. Diga que habrá gérmenes en su nariz, o que su dedo se atascará en su fosa nasal, que su nariz se volverá enorme. A veces, estas historias de terror afectan el comportamiento de los niños y dejan de hurgarse la nariz.