El complejo deportivo infantil es un excelente entrenador para niños activos y móviles. Desarrolla músculos, forma una actitud positiva hacia el deporte, perseverancia y espíritu competitivo en los niños. Para que su hijo sea feliz y quiera hacer ejercicio todos los días, es importante adoptar un enfoque responsable en la elección del equipo deportivo.
Instrucciones
Paso 1
Planifique cuánto espacio ocupará el complejo en su apartamento y dónde estará ubicado. Hay estructuras muy pequeñas que no ocuparán más de dos metros cuadrados, pero, por regla general, consisten solo en una barra de pared y una barra transversal. Para evitar que el bebé se aburra, es recomendable comprar un complejo con varios componentes. Los modelos más grandes tienen muchos accesorios para niños, pero deberán instalarse en una habitación separada o en el patio.
Paso 2
Elija un método para sujetar el complejo deportivo que sea conveniente para usted. Por ejemplo, algunas estructuras se sujetan con una escofina entre el piso y el techo, lo que permite colocarlas incluso en el centro de la habitación. Otros están diseñados para colocarse en paredes. Esto es conveniente cuando necesita, por ejemplo, llenar el espacio de la esquina de un vivero con algo.
Paso 3
El material del que está hecho el complejo también es de gran importancia. Las máquinas de ejercicios de madera son livianas, menos traumáticas, ya que los niños no se lastiman mucho al chocar con ellas. Sin embargo, estos complejos pueden no soportar el peso de varios niños o un bebé ya adulto. Los campos deportivos de metal son resistentes, adecuados para el juego en compañía y conservan su apariencia durante mucho tiempo. Además, el riesgo de plantar una astilla durante el juego también es cero.
Paso 4
Preste atención al conjunto completo de la estructura. Para los niños menores de dos años, una pared sueca con un escalón de no más de veinte centímetros, una alfombra y un pequeño tobogán será suficiente. Para los niños mayores, puede agregar anillos de gimnasia, una escalera de cuerda y un columpio. Los niños a partir de los cuatro años harán grandes amigos con conchas como un trapecio, un saco de boxeo, un aro de baloncesto y una cuerda. Observe a su atleta para descubrir qué adaptaciones no le interesan y ayude a su pequeño a dominarlas.