El embarazo es una buena noticia para todas las mujeres que planean este evento en su vida. Alguien logra quedar embarazada de inmediato, mientras alguien espera esta noticia durante mucho tiempo. Cuando aparecen signos obvios, es decir, la ausencia de menstruación, generalmente la primera acción es acudir a la farmacia para hacerse una prueba. Pero hay otras formas de averiguar si esta suposición es cierta.
Los primeros signos de embarazo.
Una mujer embarazada tiene un cambio de humor, irritabilidad, llanto, prácticamente sin motivo. Se cansa más rápido, su rendimiento disminuye, constantemente quiere dormir. A veces, las mujeres no le dan importancia a esto, porque tales manifestaciones también pueden ocurrir durante el sobreesfuerzo nervioso.
Falta de menstruación. Este síntoma puede ser el indicador principal, pero, sin embargo, debe controlarse, porque la ausencia de menstruación puede ser un síntoma de amenorrea.
La mujer se enferma, a veces aumenta la temperatura corporal y se siente dolor muscular. Los senos se vuelven más sensibles, el halo alrededor de los pezones se vuelve más oscuro que su color habitual.
Hay dolores tirantes en la parte inferior del abdomen, hormigueo, que se produce debido al flujo de una gran cantidad de sangre al útero.
La presión arterial puede disminuir, la mujer se siente mal, debilidad. En este sentido, su condición empeora periódicamente, es posible que se desmaye.
Los signos más famosos son náuseas, vómitos y mucha salivación. Este síntoma suele aparecer tres semanas después de la fertilización, pero puede aparecer antes. Los olores penetrantes comienzan a irritar a la mujer y aparece un disgusto excesivo. Debido a esto, el apetito desaparece y las preferencias gustativas cambian.
La sangre durante este período se apresura activamente a los órganos pélvicos, por lo tanto, la mujer orina con más frecuencia. Debido al desequilibrio hormonal, las sales se excretan menos del cuerpo, se acumulan en el cuerpo y provocan la aparición de edema.
El lubricante vaginal se vuelve más viscoso y más grande. Estos cambios pueden provocar aftas.
Y, por supuesto, además de todos estos síntomas, un ginecólogo finalmente puede confirmar la presencia de embarazo.