Los niños de la misma edad pueden tener habilidades para hablar muy diferentes. A la edad de un año, algunos ya hablan en oraciones cortas y simples, mientras que otros apenas comienzan a decir "mamá", o incluso a comunicarse con sonidos. A partir de los 2 años, los niños ya comprenden bien el habla de los adultos y poco a poco comienzan a dominarlo por sí mismos. Junto con las habilidades del habla narrativa, los niños también aprenden a responder varias preguntas de los adultos. Los propios padres pueden ayudar a su bebé a hablar y responder sus preguntas más rápido.
Es necesario
- - Libros para niños
- - juguetes favoritos del niño
Instrucciones
Paso 1
Habla más con tu hijo. Trate de comentar todo lo que hace: cómo y qué cocina a su bebé para el desayuno, qué y en qué orden lo viste para salir a caminar, qué ve de camino al patio de recreo. Por lo tanto, se desarrolla en una migaja de atención al detalle, información sobre varios objetos y seres vivos y, en consecuencia, desarrolla su discurso.
Paso 2
Predicar con el ejemplo. Hágale preguntas específicas a su bebé y respóndalas usted mismo. Haga esto de forma clara y concisa. Al principio, intente responder las preguntas sin ambigüedades: "sí" o "no". Más tarde, cuando el niño ya dé respuestas breves, puede dar ejemplos de respuestas más detalladas.
Paso 3
Lea más con su hijo. Los niños perciben la información de la literatura infantil, ya sean cuentos de hadas o simplemente poesía, de manera mucho más fácil y profunda. En otras palabras, "absorben como esponjas".
Paso 4
Juega al teatro de marionetas. Los juguetes favoritos de las migas pueden actuar como muñecos. Debes llevar al menos 2 juguetes. Piensa en un diálogo sobre cualquier tema. Improvisar. Haz que un personaje le haga preguntas sencillas al otro. Gradualmente, puede cambiar suavemente al niño para que su juguete favorito comience a hacerle preguntas específicas.
Paso 5
Elogie al bebé incluso por las victorias más pequeñas: abrácelo, béselo, elógielo verbalmente. Este es siempre un gran incentivo para los niños. Sin embargo, no debe recompensar al niño con dulces o cualquier otro valor material.