Muchas madres jóvenes se hacen la pregunta: ¿deberían afeitar el cabello de su bebé y por qué se hace? A menudo, los parientes mayores de la familia recomiendan este desagradable procedimiento, asumiendo que el cabello del bebé crecerá mejor. Pero, de hecho, ni las tijeras ni un cortapelos pueden cambiar la estructura del cabello de un niño.
Cuando nace un niño, todavía no tiene cabello real en la cabeza. Puede nacer completamente calvo o su cabeza estará cubierta con la más fina pelusa. Esta pelusa durará en la cabeza del niño hasta aproximadamente seis meses, más a menudo hasta 4 meses. Luego, todo el primer cabello se caerá gradualmente y será reemplazado por cabello real, más fuerte y más grueso. Sin embargo, el proceso de reemplazo de cabello puede retrasarse, luego un niño de un año puede lucir la misma pelusa ligera en lugar de una buena cabellera.
¿Debemos seguir la tradición?
Tradicionalmente, se cree que en este momento es necesario afeitar al niño, para que luego el cabello vuelva a crecer a la normalidad. Quizás para algunos niños que aún no se han deshecho por completo de sus primeros pelos, este procedimiento será beneficioso. Pero esto es más bien una excepción a la regla. No se pueden producir cambios en la estructura del cabello por un corte de pelo. Incluso después de este procedimiento, el cabello del niño puede quedar delgado y escaso durante mucho tiempo. O, por el contrario, los gruesos y largos pueden crecer ya en un año. El punto aquí no está en un corte de pelo oportuno, sino en los genes y la herencia de los padres.
En algunas familias, esta tradición provoca una polémica considerable e incluso escándalos, cuando las madres jóvenes no quieren entregar a sus hijos de un año en manos de los peluqueros, y las abuelas las acusan de violar las tradiciones. ¿De dónde vino la confianza de madres y abuelas de que simplemente es necesario cortar el pelo de un niño sin pelo? Se trata de la antigua costumbre cristiana: antes, en las familias, a un niño de un año se le cortaba un mechón de cabello, envuelto en una bufanda, que se colocaba en la esquina roja junto a los íconos. Se suponía que un paquete así protegería al niño de cualquier daño. Cuando una chica se casaba o un chico iba a la guerra, se les entregaba este mechón de pelo como talismán de buena suerte y felicidad.
¡No le hagas daño a tu bebé
Esta vieja costumbre no tiene nada que ver con la situación actual. Por lo tanto, el cabello del bebé simplemente se puede recortar para que no entre en los ojos y se vea más ordenado, pero no lo corte calvo. En verano, tal procedimiento causará sonrisas y burlas de los transeúntes y otros niños, haciendo que tanto el niño como la madre se sientan incómodos, y en invierno privará al niño del calentamiento natural. Además, puede herir o asustar fácilmente a su bebé con una máquina de escribir. Este corte de pelo no tiene aspectos positivos.
Se recomienda afeitar al niño calvo solo en caso de emergencia: cuando tiene piojos y es imposible eliminarlos de otras maneras, cuando el chicle o la bardana entran en el cabello del niño. Estos casos extremos son raros para los niños pequeños, así que no se preocupe, deje que el cabello de su hijo vuelva a crecer de forma natural.