El dolor de garganta es una de las cosas más desagradables que pueden arruinar el estado de ánimo de cualquier persona. Su intensidad puede variar desde una leve transpiración hasta un dolor insoportable, por lo que cada sorbo se convierte en una tortura. ¿Y qué hacer si un niño pequeño tiene dolor de garganta, quién ni siquiera puede explicar qué es exactamente y cuánto le duele?
Instrucciones
Paso 1
El dolor de garganta no es una enfermedad. Este es un síntoma, una manifestación de muchas enfermedades diferentes. Es posible establecer que es la garganta la que duele por una serie de signos, los principales de los cuales son la negativa del niño a beber, el pecho, la comida, la deglución ruidosa, la tensión de los músculos del pecho cuando la faringe. También hay signos indirectos: el niño se vuelve letárgico, apático, le sube la temperatura, aparecen escalofríos, llora mucho y no presta atención a las cosas y juguetes que antes le interesaban.
Paso 2
Para asegurarse de que es la garganta lo que duele, mire dentro de la boca del niño mientras llora o, tomando una cuchara limpia a temperatura ambiente, presione suavemente la raíz de la lengua y mire dentro de la garganta. Si es rojo, cubierto con una capa, debe llamar a un médico. Pero incluso antes de que venga, puede ayudar a su bebé. Puedes darle un antipirético ligero (en forma de jarabe o supositorio rectal), beber abundante líquido, preferiblemente infusión de manzanilla, ya que esta planta tiene un fuerte efecto desinfectante.
Después, especialmente si el médico tiene que venir solo al día siguiente, puede inhalar hierbas medicinales con un inhalador de vapor o dejar que el niño respire solución salina a través de un nebulizador para hidratar la mucosa inflamada. También puede gotear gotas especiales en los oídos; en los niños, la trompa de Eustaquio que conecta el oído interno con la faringe es corta, por lo que la inflamación casi siempre llega a los oídos.
Paso 3
Un remedio bueno y probado es una compresa de alcohol en el cuello. Diluir el vodka con agua uno a dos, humedecer una gasa, colocar en la parte delantera del cuello, cubrir con una hoja adecuada de papel pergamino (puede usar papel de hornear) y atar con una bufanda de algodón. Déjalo actuar unas horas.
Paso 4
Pero todas estas son solo formas de aliviar el dolor hasta que llegue un médico para diagnosticar y prescribir el tratamiento adecuado para su hijo en este caso.