La lactancia materna debe detenerse tarde o temprano. Pero algunas mujeres enfrentan un problema cuando el bebé simplemente no quiere renunciar al pecho. Existen varias pautas para ayudar a reducir el estrés asociado con esto tanto en el bebé como en la madre.
Instrucciones
Paso 1
Hay ocasiones en las que un bebé deja de amamantar de forma natural. El niño comienza a interesarse por los alimentos que comen los adultos y gradualmente cambia a otros alimentos. Cuanto más nutritiva le dé a su bebé, menos leche materna necesitará. Sin embargo, hay niños que no pueden negarse independientemente a alimentarse con leche materna.
Paso 2
Para prevenir la ocurrencia de un estado estresante, en ningún caso no dejes de amamantar a tu bebé de manera abrupta. En su lugar, trate de reducir la cantidad de amamantamientos a lo largo del día manteniendo gradualmente una sola toma. Intente reemplazar una comida primero con un biberón o una taza de leche materna extraída. Luego, reduzca gradualmente el tiempo dedicado a la lactancia.
Paso 3
Algunos bebés lloran cuando se despiertan por la noche. Para calmar a un bebé así, no es necesario que se lo aplique en el pecho de inmediato. Pídale a otra persona, como el papá del bebé, que realice el proceso de calma. Permanezca alerta y perseverante.
Paso 4
Si su bebé ya puede hablar y comprenderlo, imponga restricciones sobre el lugar y la hora de la lactancia. Dígale a su bebé: "Solo te amamantaré antes de acostarte" o "Solo te amamantaré cuando oscurezca". Y después de un tiempo, simplemente explíquele al niño: "Ahora eres un niño / niña grande, y los niños / niñas grandes no comen la leche materna de su madre".
Paso 5
Además, recuerde que el destete puede ser un gran estrés emocional para el bebé. Por lo tanto, intente reemplazar la dependencia emocional del bebé de la leche materna con algunas otras emociones positivas.
Paso 6
Además, tome medicamentos y alimentos que ayuden a reducir la lactancia.