Los padres responsables notan inmediatamente cualquier cambio en la salud del niño. Hay varias razones por las que su bebé puede tener halitosis. Esto es digno de mención.
Las bacterias viven en la boca del bebé. Se pueden dividir en dos grupos. Los microorganismos condicionalmente patógenos deben estar en la misma cantidad que los patógenos. Este equilibrio es la clave para la salud de toda la cavidad bucal. Algunos cambios en el cuerpo del niño pueden causar la activación de microorganismos condicionalmente patógenos, como resultado de lo cual aparece mal aliento en el niño.
Razones del olor
Considere las razones por las que esto puede suceder:
Enfermedades inflamatorias de la cavidad bucal.
Las dolencias como el dolor de garganta y la faringitis pueden provocar mal aliento. A medida que la enfermedad se trata con aerosoles y enjuagues, el olor desaparecerá.
Caries o inflamación de las encías.
Existen remedios especiales que alivian la inflamación de las encías. Junto con la inflamación, el olor desagradable también desaparece.
Disbacteriosis
Debido a esto, el aliento del bebé puede ser picante. Los padres gastan mucha energía en su tratamiento, porque poner en orden la microflora intestinal del bebé no es una tarea tan fácil. Después de su finalización, es necesario hacer todo lo posible para que la disbiosis no vuelva a aparecer.
Metabolismo alterado
El metabolismo deteriorado también puede causar mal aliento. La patología podría haber sido adquirida por el niño a nivel genético de los padres.
Estas son las causas más comunes de mal aliento y son tratables y, en algunos casos, incluso desaparecen por sí solas. Cabe decir que hay enfermedades en las que el mal aliento es un síntoma vívido de una enfermedad grave.
Enfermedades y olor
Si incluso después de eso, el niño tiene mal aliento durante dos o tres días, se recomienda consultar a un pediatra. Puede derivar al dentista y esto es bastante razonable. Si este especialista no encuentra la causa del olor, un pediatra deberá realizar un examen y un diagnóstico exhaustivos. La lista de medidas de diagnóstico necesarias incluye pruebas estándar, ultrasonido del estómago y otros órganos internos, consultas de especialistas limitados.
Un olor pútrido indica una baja acidez del estómago del bebé y su inflamación. Mucha gente sabe que el olor a acetona es un signo claro de diabetes. De hecho, este es el caso. El olor característico del amoníaco indica un trastorno en el funcionamiento de los riñones.
Solo un médico calificado podrá hacer este o aquel diagnóstico, por lo que los padres no deben hacer suposiciones sobre la causa del olor desagradable y, además, tratar al niño por su cuenta.