A menudo, los padres toman la visita de su hijo al dentista como un hecho común. Creen que no es necesaria una preparación previa.
Los pacientes pequeños, por regla general, no sienten miedo al médico. Temen la manipulación del dentista durante el examen y el tratamiento.
Los niños le tienen miedo a todo lo desconocido. No comprenden lo que les espera, si les hará daño, quién les brindará protección.
El consultorio del médico es un lugar completamente nuevo, en el que se esconden muchas incógnitas. Y si es nuevo, probablemente sea peligroso.
¿Cómo puede ayudar a su hijo a no tener miedo del dentista desde una edad temprana?
Desde temprana edad, es necesario inculcar en el niño el cuidado de sus dientes. Debe observar la higiene bucal y visitar al dentista de manera oportuna.
Con el inicio de la edad de tres años, el niño declara cada vez más - yo mismo, hablando así de mi independencia. Aprovecha este momento. Ofrézcale un juego: déjelo que le cepille los dientes a su juguete favorito, luego a su madre y luego a sí mismo. Cuando el bebé esté listo para los juegos de rol, intente jugar con él en el dentista: puede contar los dientes en su boca, tocarlos con una cuchara pequeña, examinar sus dientes con el niño en un espejo de mano, encender una pequeña linterna en él.
Tales juegos le permitirán al niño percibir varias manipulaciones en la boca absolutamente sin miedo, se volverá más adecuado a lo que está sucediendo y ya no tendrá miedo de lo desconocido que le espera en el consultorio del dentista.
¿Y qué hacer si un niño tiene dolor de muelas o de encías y tiene mucho miedo de ir al médico? Sea creativo con el procedimiento futuro e intente jugar a un médico y un paciente infeliz con su hijo en casa de antemano, para que el cobarde deje de preocuparse.
El miedo puede superarse fácilmente solo a través de la curiosidad de los niños: un buen dentista infantil siempre podrá interesar al bebé: mostrará sus herramientas, permitirá que el niño juegue con ellas, elija el color que le guste para el relleno. Y, por supuesto, podrá transmitirle al niño que definitivamente debe volver aquí y llevar el tratamiento hasta el final.
Aquí hay algunos consejos para ayudar a su pequeño a tener menos miedo de ir al dentista:
- No asuste al niño que si se niega a cepillarse los dientes, terminará con la necesidad de una visita al dentista.
- No puede empezar a hablar con un niño sobre lo doloroso que es tratar los dientes.
- Es importante que el camino hacia la odontología no sea demasiado agotador. Elija un centro de atención médica cerca de casa.
- No se apresure a curar varios dientes a la vez: el niño no se sentará durante mucho tiempo en la silla y comenzará a ser caprichoso por la fatiga.
- Asegúrese de apoyar moralmente a su hijo. Dígale que estará con él en el consultorio del médico y lo ayudará si es necesario.
- Opta por una buena clínica especializada en niños. Es mejor elegir un dentista según una recomendación.