Cuando un niño en la calle comienza a ser caprichoso y llora, todos a su alrededor se dan vuelta al escuchar este sonido. Y la pobre madre tiene que tomar decisiones urgentes, pero a menudo no del todo correctas, para calmar a su bebé. Especialmente cuando se trata de la falta de voluntad de las migas para sentarse en el cochecito. Para calmar al niño, las madres lo toman una y otra vez en sus brazos, como resultado, al final de la caminata, se exprimen como un limón. ¿Cómo se puede enseñar a un niño a sentarse en un cochecito para que el paseo sea agradable tanto para el bebé como para la madre feliz?
Instrucciones
Paso 1
Los expertos aconsejan mecer al niño en un cochecito no solo durante una caminata, sino también en casa, por ejemplo, cuando comienza a quedarse dormido. Haga esto con una sonrisa y elogie a su hijo porque se sienta tan bien.
Paso 2
Al salir a caminar, inspeccione la carriola para ver si tiene algún daño que pueda interferir con el bebé. Quizás los cinturones de seguridad le rozan o el asiento no es lo suficientemente blando. Coloque un colchón más suave y, en un clima más fresco, recuerde llevar una manta. Además, siempre debe llevar consigo un cambio de ropa de cama y toallitas húmedas.
Paso 3
No restrinja la vista de su hijo con toldos o cortinas. Cuando hace buen tiempo, es mejor ponerle una gorra o bufanda a su bebé. Recuerda que el niño debe verte. Sí, y te será más fácil hablar con él, explicarle algunas cosas y distraerlo con conversaciones.
Paso 4
Deje que el oso o el coche favorito de su hijo siempre esté en el cochecito. Por lo que le resultará más agradable subirse al cochecito y más divertido mientras camina. Ate un globo brillante al cochecito, porque a los niños pequeños les gustan mucho los juguetes brillantes que crean una sensación de celebración.
Paso 5
Lleve consigo una botella de jugo o agua dulce tibia. Su bebé puede ser travieso porque tiene sed. Trate de no caminar con el estómago vacío, incluso si fue al supermercado.
Paso 6
Y lo más importante, sea paciente e imaginativo. Después de todo, cualquier situación desagradable puede convertirse en un juego, y luego, en lugar de lágrimas e histeria, escuchará la risa alegre de su hijo.