Si, por varias razones, la alimentación natural del bebé es imposible para la madre, es necesario alimentar al bebé con un biberón. Una buena higiene y procedimientos son esenciales para una alimentación adecuada.
Es necesario
- - botella;
- - pezón
- - esterilizador o recipiente con agua hirviendo.
Instrucciones
Paso 1
Esterilice el biberón y la tetina hirviéndolos o procese colocándolos en un esterilizador especial. Esto eliminará y evitará la formación de bacterias, cuya entrada en el tracto gastrointestinal del bebé es muy indeseable
Paso 2
Compruebe la integridad del pezón. Reemplácelo por uno nuevo si es necesario. Es óptimo cambiar el pezón cada 2-3 meses. Asegúrese de que sea apropiado para la edad del niño. Entonces, la cantidad de orificios en el pezón de un bebé crea un flujo de fórmula o leche que no es adecuado para alimentar a un bebé mayor, y viceversa
Paso 3
Prepare la mezcla siguiendo estrictamente la secuencia de acciones indicadas en las instrucciones. Dele a su bebé solo alimentos recién preparados
Paso 4
Si va a darle a su bebé leche extraída del refrigerador, caliéntela justo antes de alimentarlo. Para comprobar la temperatura del líquido, aplique una pequeña gota en su muñeca. La leche no debe estar fría ni caliente
Paso 5
Siéntese con su bebé en sus brazos para que esté lo más cómodo posible. Asegúrese de que su lengua esté debajo del pezón y que sus labios lo cubran en la base. Para evitar que el bebé trague aire con la comida, sostenga el biberón en una posición inclinada. De lo contrario, el aire, acumulado en el estómago, ocupará parte de su volumen y provocará una falsa sensación de saciedad. Y cuando, después de un par de minutos, las migas vomiten aire, volverá a sentir hambre
Paso 6
Una vez completada la alimentación, sostenga a su bebé en posición vertical acariciando o palmeando ligeramente su espalda con la mano hasta que regurgite. Limpie la cara del bebé con un paño limpio, eliminando los restos de comida
Paso 7
Después de comer, enjuague el biberón y la tetina con agua tibia. No utilice detergentes abrasivos para lavar o limpiar la vajilla de los niños.