La lactancia materna es más natural para un bebé y las habilidades de succión son instintivas. Pero el establecimiento de este importante proceso no siempre se desarrolla sin problemas. El bebé puede negarse a amamantar tanto inmediatamente después del nacimiento como en un período posterior.
Causas fisiológicas
En el caso de un parto exitoso y sin complicaciones, el bebé rápidamente comenzará a buscar el seno en pocos minutos y lo tomará fácilmente si se lo aplica directamente en la sala de partos. Si esto no sucede, son posibles varias razones fisiológicas. En este caso, el médico puede determinar fácilmente la patología.
A veces, mamá puede tener problemas. Por ejemplo, un pezón demasiado grande o una forma cóncava que dificulta su agarre. Además, algunos medicamentos (difenhidramina, morfina) que se administraron a una mujer en trabajo de parto pueden interferir con el establecimiento de la alimentación. En este caso, el bebé puede negarse a mamar, pero después de unas horas la situación se estabilizará.
Con mucha más frecuencia, un recién nacido no amamanta si el problema no es de la madre, sino de él mismo. Solo un bebé que respira con facilidad puede succionar bien. La dificultad para respirar o eliminar la mucosidad demasiado rápido puede dificultar la lactancia.
Uno de los problemas más comunes, un frenillo sublingual corto, requiere cirugía. Pero si esta es la razón, es poco probable que el bebé abandone el pecho por completo: simplemente no será fácil para él hacerlo bien.
Lactancia materna tardía
Sucede que el bebé deja de amamantar cuando la lactancia materna, al parecer, se ha establecido desde hace mucho tiempo. Si el niño está sano, intente averiguar la causa y encuentre una solución adecuada.
1. El sabor de la leche ha cambiado (debido a cambios en la dieta, medicamentos, entrenamiento de fuerza). Si amamantar es importante para usted, haga que la leche tenga el mismo sabor y ofrezca al bebé que lo amamante nuevamente.
2. Está alimentando con biberón a su bebé. Es mucho más fácil succionar líquido de un biberón que de un pecho, por lo que el bebé puede volverse perezoso. Intente alimentar al bebé con cuchara y comience a darle el biberón solo cuando la lactancia se haya restablecido por completo. Recuerde que con una lactancia adecuada y un buen aumento de peso en los primeros meses de vida, un bebé sano no necesita alimentos ni agua adicionales.
3. Ha estado fuera por un tiempo y se ha vuelto estresante para el bebé. No podría estarlo durante una hora o varios días: en diferentes situaciones, esto puede convertirse en un estrés real para el bebé y se negará a amamantar. Ten paciencia y calma: todo saldrá bien.
Tales razones para el rechazo de los senos pueden llamarse temporales. No tienen nada que ver con detener realmente la lactancia, por lo que depende de usted hacerlo bien.
Para que su bebé comience a amamantar nuevamente, quédese a solas con él en un ambiente tranquilo. Asegúrese de que nada le moleste. Envuélvalo en un pañal caliente y abrácelo para restablecer el contacto corporal. Diga palabras cariñosas, toque y abrace a su bebé. Es mejor que el bebé tenga un poco de hambre y sueño, entonces el regreso a la lactancia materna será más exitoso.