El hábito de mecer a los niños pequeños para que se calmen y se duerman está bastante extendido. Muchas mamás y papás recurren al mareo por movimiento cuando un niño comienza a llorar, a ser caprichoso y a comportarse demasiado ruidoso y juguetón.
Desafortunadamente, el mareo por movimiento no es beneficioso para un niño. Muchos pediatras creen que en el proceso de cinetosis, el aparato vestibular del bebé está expuesto a un estrés excesivo y, en el futuro, esto puede afectar negativamente el estado de salud humana. Además, un niño que está acostumbrado al mareo constante por movimiento y sentado en sus brazos puede volverse travieso sin recibir la porción deseada de la atención de los padres.
Por lo tanto, tarde o temprano, el niño debe ser destetado del mareo por movimiento; entonces se acostumbrará al hecho de que la atención de los padres se puede obtener de otras maneras: a través de la comunicación, el juego, el canto de espumas o la lectura de libros. Pero para destetar a un niño pequeño del mareo por movimiento, tendrá que esforzarse mucho y mostrar paciencia: por lo general, el proceso de destete toma al menos 2-3 semanas.
Para acostar a su hijo sin mareos, debe planificar irse a la cama no antes de cuatro horas después de despertarse. Puede sostener a su bebé en sus brazos antes de acostarse sin mecerlo. Si el bebé se ha quedado dormido en sus brazos, asegúrese de que se haya quedado dormido lo suficientemente profundo y solo entonces colóquelo en la cuna. Si el ritual del mareo por movimiento es importante y significativo para un niño, es necesario crear un nuevo ritual que pueda reemplazar completamente el tradicional mareo antes de acostarse. Por ejemplo, una canción de cuna o un cuento de hadas puede convertirse en un nuevo ritual. A la edad de 8-11 meses, los niños perciben muy bien la comunicación verbal con sus padres, por lo tanto, es mejor introducir nuevos rituales exactamente cuando el niño tiene 8-9 meses.
Por cierto, otra forma eficaz de alejar a un niño del mareo por movimiento es dirigir la atención a cualquier objeto que realmente le guste (por ejemplo, un juguete de peluche grande). El niño debe entender que solo puede conseguir un juguete cuando está en su cuna. Cuando acueste a su hijo, coloque un juguete junto a él y dígale buenas noches. Es posible que esta maniobra deba realizarse más de una docena de veces antes de que el niño se acostumbre. Pero luego se dormirá rápida y tranquilamente, no necesitando tu presencia constante junto a la cuna.