El habla es una de las principales herramientas que ayudan a una persona a interactuar con otras personas. El bebé comienza a dominar el habla a partir de los ocho meses. Pero, ¿qué pasa si su hijo no emite el conjunto de sonidos necesarios para un bebé de un año y medio, y un niño de tres años todavía no habla? En primer lugar, no debe comparar a su hijo con sus compañeros: todos los niños son individuales. Y en segundo lugar, es necesario identificar el motivo del silencio.
Hay dos razones para el retraso en el habla en un niño: la primera es la falta de condiciones sociales favorables para la crianza y los errores pedagógicos. El segundo no depende de los adultos, sino que radica en el subdesarrollo de la base neurológica o sensoriomotora del habla del niño, en el primer caso el niño no habla al nivel requerido porque no se le prestó suficiente atención. El niño casi no escuchó, como dicen los adultos, no se le exigió que realizara habilidades apropiadas para su edad. Pero la sobreprotección también puede provocar retrasos en el habla. Si todos los deseos del niño se adivinan de antemano, entonces no necesita hablar. La segunda razón, que no depende de los métodos de crianza, podría surgir incluso antes del nacimiento del niño, por ejemplo, hipoxia fetal durante el embarazo de la madre o una enfermedad infecciosa intrauterina. Las posibles causas incluyen trauma de nacimiento, enfermedad grave, transfusión de sangre, cirugía para un niño menor de un año, problemas de audición y otras. ¿Cuándo se puede diagnosticar a un niño con retraso del habla? Si el niño se niega a repetir palabras y expresiones después de los adultos, no responde a una solicitud para repetir una frase, no sigue órdenes simples "dame un cubo", "ve a la cocina", "trae una muñeca". No recurre a los adultos en busca de ayuda, sino que prefiere hacer todo por su cuenta. No intenta explicar sus deseos y pensamientos a los adultos. Al comunicarse, no distingue entre familiares y extraños. Puede llevar años lograr que una persona silenciosa hable. Y no puede prescindir de la ayuda de un logopeda. Pero hay varias reglas simples que deben seguir los padres de un niño que tiene un retraso en el desarrollo del habla. Resuelva el problema que necesita para comenzar lo antes posible, sin demora. Si comienza un programa correctivo entre los dos y los cinco años, existe la posibilidad de que el niño hable a la escuela de acuerdo con su edad. Después de seis años, será muy difícil para un niño ayudar. Y la falta de habla a esta edad trae consigo serios problemas y grandes dificultades en la escuela. No puedes aplastar a un niño y exigirle persistentemente que pronuncie una palabra. La presión afecta negativamente la psique del niño móvil y, como resultado, el niño se vuelve aún más autónomo. Enfatice los sonidos en los que su hijo es bueno. Intente con la mayor frecuencia posible en la comunicación repetir exactamente las palabras que sabe pronunciar. Prestar mucha atención a las habilidades motoras finas es la gimnasia con los dedos, modelar con arcilla y plastilina, jugar con cuentas, botones y en el constructor. Lo más importante es estar lo más cerca posible del niño. Para las clases, elija las horas en las que el niño está tranquilo y los padres no tienen asuntos urgentes. Asegúrese de que nadie interfiera y de que el entorno haga que el niño se sienta seguro. Si su hijo no habla, no se asuste; con el enfoque correcto, existe la posibilidad de que el problema permanezca para siempre en la primera infancia.