Tarde o temprano, los padres deben enseñarle a su hijo a reconocer el tiempo; esto es necesario para que pueda planificar sus asuntos y controlar el cumplimiento de sus requisitos. La tarea se complica por la abstracción del tiempo como concepto.
Instrucciones
Paso 1
Debe transmitir el concepto de tiempo a su hijo. La forma más fácil de hacer esto es usando el ejemplo del cambio de día y noche: explique al niño la secuencia del cambio de mañana, almuerzo, tarde, día y noche.
Paso 2
Utilizando el ejemplo de la rutina diaria de un niño, explíquele la secuencia de eventos: después de despertarse, se lava, desayuna, etc. Utilice sus cuentos o cuentos de hadas favoritos, recite cada etapa desde la perspectiva del pasado y el presente. Explíquele los conceptos de futuro, presente y pasado. El presente es lo que está pasando ahora ("tú y yo estamos hablando, jugando"). El futuro es lo que haremos mañana ("vamos al zoológico"). El pasado es lo que hicimos en el verano, por ejemplo ("fuimos al mar"). Concéntrese en estos aspectos cuando se comunique con su hijo durante el día, mientras camina. Para que el niño recuerde mejor, compare el tiempo con eventos importantes: el cumpleaños del bebé, la víspera de Año Nuevo, etc.
Paso 3
Obtenga un temporizador con números grandes y dibujos coloridos: dígale a su bebé qué son los minutos, las horas y los segundos. Haga coincidir el tiempo con la acción: juegue un juego con su hijo para determinar la cantidad de saltos (aplausos, sentadillas) que puede hacer en un segundo, minuto, varios minutos.
Paso 4
Los niños recuerdan mejor las estaciones. Debe crear las asociaciones adecuadas: otoño y hojas que caen, invierno y trineos, verano y nadar en el río, primavera y la aparición de las primeras flores. Use ejemplos visuales: discuta con su hijo el código de vestimenta en diferentes épocas del año.
Paso 5
Presente a su hijo la necesidad de poder contar y comprender por qué se necesitan los números. Deje que el reloj cuelgue en un lugar visible: entrene todos los días, invite suavemente a su hijo a fijar la hora, dele tareas durante unos minutos, etc. Primero, debe comprender cómo se mueve la manecilla de las horas: conecte el concepto de las 7 en punto con el despertar. Luego, explíquele a su hijo cómo se mueve el minutero; dé ejemplos. De manera lúdica, enséñele cómo administrar el tiempo: pídale que venga a usted en 15 minutos, que se vaya a la cama en media hora, etc.