En los años 90 del siglo XX, se generalizó la idea de la existencia de los niños índigo: bebés con habilidades especiales, un carácter inusual y ciertas visiones de la vida, que se pueden distinguir por el color característico del aura. Pero los científicos no reconocen este concepto, lo llaman pseudocientífico, y esos niños sufren de trastorno por déficit de atención.
Niños índigo
Por primera vez este término fue introducido por la psíquica Nancy Ann Tapp, quien, según ella, podía ver el aura de las personas. Ella notó que los niños muestran cada vez más un aura índigo, una variación del tono entre el púrpura y el azul marino. Después de observar a estos bebés, Tapp llegó a la conclusión de que son significativamente diferentes de la gente común. Esta idea se generalizó, otros psíquicos se interesaron por ella. Describen los rasgos de carácter, habilidades y puntos de vista más diferentes, a veces opuestos, de tales niños, pero hay varias descripciones generales que son más o menos similares en muchos autores.
Los niños índigo son introvertidos, propensos al aislamiento, no les gusta comunicarse y solo hacen contacto si necesitan algo. Cuando se encuentran en una situación desagradable o bajo la influencia de métodos de crianza que son inaceptables para ellos, se retraen en sí mismos. Estos niños son muy inteligentes y están bien versados en la tecnología moderna, pero a menudo se inclinan por muchas otras áreas de la ciencia o la actividad, mientras que se observa que sus áreas favoritas pueden ser completamente diferentes. Prefieren adquirir conocimientos de forma empírica, reforzando sus experimentos con el estudio de la teoría.
Los niños índigo tienen un carácter fuerte e independiente, tienen un sentido de individualismo desarrollado, se distinguen por el respeto a sí mismos y no reconocen a las autoridades, por lo que la educación es problemática. No se ven afectados por amenazas, recompensas, castigos, es necesario encontrar un lenguaje común con ellos, tratar de negociar y utilizar otros métodos de influencia. Son responsables, altruistas, aman la justicia.
Los niños índigo, sobre todo a temprana edad, son inquietos, muy activos, emprenden cualquier trabajo con energía. Pero a menudo sufren de trastorno por déficit de atención, mientras que son propensos a la depresión y los cambios de humor. Un niño índigo a menudo habla de sentirse mayor. A pesar de un sentido desarrollado de compasión, amor por la naturaleza y las personas, un deseo de lograr la justicia social, a veces muestran crueldad.
Críticas al concepto de "niños índigo"
La ciencia oficial no reconoce la existencia de niños índigo, así como la capacidad de ver el color del aura y el aura como tal. Los científicos llaman a este término pseudocientífico: ninguno de los autores de libros sobre niños genios y psíquicos puede proporcionar evidencia científica de su existencia. Al analizar los signos de los niños índigo en varias fuentes, los médicos llegaron a la conclusión de que pertenecen al trastorno por déficit de atención con hiperactividad.
Algunas de las capacidades de los niños Índigo están más allá de la ciencia convencional: las habilidades telepáticas, por ejemplo. Otros se explican fácilmente desde un punto de vista médico, social o psicológico. La cercanía puede ser una manifestación del síndrome de Asperger o del autismo, la propensión a las tecnologías digitales está asociada con las tendencias sociales y la mente está asociada con las altas capacidades intelectuales inherentes a la genética.