Las relaciones no siempre son fluidas. A veces, nosotros mismos no podemos comprender nuestro corazón. Pero no hay necesidad de desesperarse y cerrar. Cálmate y escucha: quizás la respuesta esté a la vuelta de la esquina.
Instrucciones
Paso 1
Pase más tiempo con la persona. Ya sea caminando, charlando o viendo una película. Escúchate a ti mismo: ¿qué sientes, qué ves en esos ojos de enfrente? Si la confusión interior no desaparece, pero, quizás, solo crece, aléjate de ella.
Paso 2
Pase algún tiempo sin contacto personal o total con la persona. Día, dos, semana. Tanto como necesites. Trate de ver con qué frecuencia piensa en él con calidez o indiferencia. Te has interesado en otra persona cuando no está cerca. Toca lo que te conectó antes: viajes, intereses comunes, historias, fotografías, correspondencia. No busque meticulosamente algo "pegadizo". Si es así, no te lo perderás. También puede intentar hacer listas de pros y contras. Por regla general, muy poca gente lo acepta. Pero incluso un método así no puede descartarse de inmediato.
Paso 3
Finalmente, después de estar fuera por un tiempo, conoce a la persona. ¿Qué emociones experimentaste cuando lo viste? Calma o ganas de abrazar, acercarse y no soltarse a ningún lado. Si no sintió signos claros de deseo de estar con él, aparentemente, el sentimiento ha pasado. Déjalo ir y recuerda con una sonrisa. Si, por el contrario, con solo verlo, querías lanzarte a un abrazo, aunque no lo hicieras, entonces te estableciste en la fuerza y la importancia de tus sentimientos. Viva, ame y sea amado. Pero quizás nada haya cambiado y la confusión no haya desaparecido. En este caso, si una persona se pone en contacto y también quiere ayudarlo, simplemente intente hablar o dele la oportunidad de ayudarlo a encontrar una respuesta tan fantasmal para usted.