A veces, los niños, copiando el modelo de comportamiento de los adultos, son groseros, groseros y apodos. Además, esta agresión puede estar dirigida tanto a los compañeros como a las personas de los adultos: padres, educadores, maestros y testigos ordinarios de la situación. A los niños les parece que así es como miran más alto a los ojos del interlocutor, esa es la única forma de defender sus derechos y hacerse significativos. La tarea de los padres es enseñar a la generación más joven a resolver problemas no con la ayuda de la fuerza y la rudeza, sino a buscar un compromiso y aprender a comunicarse culturalmente.
Instrucciones
Paso 1
Siempre reaccione ante cualquier manifestación de rudeza y rudeza dirigida por su hijo a cualquier persona. No dejes que esas payasadas pasen desapercibidas. Los niños a menudo esperan que sus padres reaccionen a sus acciones. Y la ignorancia es percibida por su parte como un permiso para tales acciones.
Paso 2
Incluso si cree que la mala educación es apropiada en determinadas situaciones, defina los límites de lo que está permitido. Los niños deben aprender a construir relaciones respetuosas con sus compañeros y adultos. Hasta que los niños comprendan este marco, les resultará difícil comprender que es posible ofender mucho a una persona con palabras groseras y burlas. Después de todo, usted mismo puede convertirse en objeto de acoso y violencia psicológica.
Paso 3
Enséñele a su hijo a resolver conflictos sin puños ni insultos. A veces, para esto, solo necesita guardar silencio y no provocar más provocaciones al delincuente. Tal posición es ajena a algunos de los padres, creen que es necesario defenderse, no sentirse ofendidos. Pero puedes poner al interlocutor en su lugar sin palabras duras e insultos, de lo contrario la conversación puede resultar en una disputa mayor y no se sabe cómo terminará. Cuanto más tranquilo se comporte el niño, menos razones tiene el agresor para lastimarlo.
Paso 4
La grosería en los adolescentes se asocia con su deseo de mostrar su independencia y edad adulta. Pero es con ellos con quienes debes comportarte con mucho tacto, especialmente cuando les expresas tus reproches y comentarios. Durante el período de transición, los adolescentes deben dedicar aún más tiempo que los niños pequeños. Después de todo, el mundo de un adolescente es muy difícil, y debes estar al tanto de su vida, pero discretamente, pero sinceramente interesado. Cualquier falta de respeto hacia los padres u otras personas debe tratarse. Pero no con escándalos, sino con intentos de comprender qué causó realmente tal reacción.
Paso 5
Lo más importante en la crianza de un niño de cualquier edad es el ejemplo de los padres. Si usted mismo se permite ser maleducado en relación con otras personas, no espere que su hijo sea la encarnación de la inteligencia. Los niños copian nuestros patrones de comportamiento, nuestras palabras y nuestras reacciones en diferentes circunstancias. Mírate en presencia de niños. Nunca arregle las cosas con alguien frente a los niños. Muestre moderación en situaciones controvertidas y desagradables cuando le parezca que los niños no lo escuchan.