Hay alrededor de 10 componentes en la estructura de la personalidad. Estos componentes se pueden dividir en corporales, psicológicos, sociales y directamente personales.
Reinos cognitivo y afectivo: dos opuestos
El área cognitiva de una persona está involucrada en la cognición e incluye tales procesos mentales: memoria, atención, percepción, comprensión, pensamiento, toma de decisiones. La cognición con la ayuda de ellos se llama racional, es decir, razonable. Este es un procesamiento de información lógico y consistente.
La esfera afectiva incluye todos los procesos mentales no relacionados con la mente. Esto incluye motivos, necesidades, actitud emocional hacia el mundo y hacia uno mismo, impulsos y motivos. La esfera afectiva fomenta acciones que, en términos sencillos, se denominan irrazonables.
Percepción y conciencia del mundo
El siguiente componente de la estructura de la personalidad de una persona es su cosmovisión. La cosmovisión se puede definir como una visión del mundo como un todo y una actitud hacia él. El componente de la percepción del mundo es, a su vez, el autoconcepto. Refleja la visión que una persona tiene de sí misma en este mundo. La imagen del mundo de cada persona tiene sus propias características. El mundo puede percibirse como seguro y peligroso, simple o complejo.
La conciencia como componente de la estructura de la personalidad es un área en la que una persona puede prestar atención a sus procesos mentales. Estos procesos son claros e inteligentes y pueden controlarse. El inconsciente, por otro lado, contiene elementos que una persona no puede "ver" ni controlar. Esto incluye procesos que tienen lugar sin el control de la conciencia. Es posible aprender sobre el contenido del inconsciente a través de una cuidadosa introspección.
Enfoque y experiencia en la personalidad
El siguiente componente es la orientación de la personalidad. Esto es lo realmente importante para una persona. En otras palabras, esta es su fuerza impulsora, su ideología personal. La orientación de la personalidad puede diferir en amplitud o estrechez, variar en estabilidad. Por lo general, la orientación de la personalidad la determina la persona misma y no la sociedad.
La experiencia como componente de la estructura de la personalidad son conocimientos y habilidades adquiridos durante la vida. Afectan a una persona en tiempo presente, sin importar cuánto tiempo hace que se aprendieron. La experiencia personal se forma a partir de lo que la persona experimentó directamente. La gente también acepta la experiencia de otras personas, pública, que no está sujeta a dudas y verificación personal. Algunos momentos morales y éticos pueden atribuirse a la experiencia social.
Habilidades y temperamento
Las habilidades de la personalidad también están incluidas en su estructura. Pueden ser habilidades mentales, volitivas, mentales o corporales. Es parte de la estructura y el carácter, un conjunto de modos de comportamiento y reacciones relativamente estables. A pesar de la columna vertebral existente en forma de carácter, muchos otros factores externos también afectan el comportamiento que se está implementando. Los principales son los hábitos, la fuerza de voluntad y el dinamismo de las acciones.
El último componente de la estructura de la personalidad es el temperamento. En términos generales, podemos decir que esta es la energía y la dinámica del comportamiento, la fuerza de sus reacciones emocionales. Por temperamento, las personas se dividen en sanguíneas, coléricas, flemáticas y melancólicas.