A menudo, los padres dudan en enseñar las reglas de etiqueta más simples, porque creen que su hijo es demasiado pequeño para aprenderlas. Esto es un grave error: al hacerlo, corres el riesgo de criar a una persona que ni siquiera conoce las palabras mágicas "gracias" y "por favor". La tarea de los padres es explicar al niño cómo hablar correctamente con parientes mayores, con extraños, con amigos.
Los psicólogos recomiendan comenzar a enseñar a los niños una conversación cortés a la edad de tres años. A esta edad, el bebé ya puede no solo recordar las palabras necesarias, sino también comprender el significado mismo de su uso. Al mismo tiempo, el niño copia en gran medida el comportamiento de los padres, por lo que si a menudo dice "gracias" y "por favor", sonríe a la gente, se comporta de manera amigable, demuestra conocimiento de la etiqueta en una fiesta, el niño lo apoyará con gusto. juego y hará lo mismo. Sin embargo, los niños curiosos también notan que no te comportas igual con todos los que conoces. Es posible que no entiendan por qué abrazas afectuosamente a tu amigo y saluda a tu hermana con cortesía pero frialdad. Tu tarea es explicar las "reglas del juego".
En primer lugar, debe explicarle al bebé la diferencia en la comunicación con los compañeros y los ancianos. Debe comprender quién necesita decir "tú" y a quién: "tú". Esto se puede hacer de manera lúdica: por ejemplo, organice una fiesta de té para muñecas y, usando su ejemplo, muestre cómo comportarse en una fiesta, cómo responder a una oferta para tomar una taza de té, cómo agradecer a los anfitriones. para una deliciosa cena. Los niños de 3 a 5 años son muy receptivos y recuerdan fácilmente esas cosas.
Para reforzar el efecto, enséñele a su hijo a hablar cortésmente usando el ejemplo de personajes de libros y dibujos animados. Discuta con el niño si Buratino hizo lo correcto al ofender a Cricket y por qué se comportó de manera descortés con otros personajes. Habla de "Frost": por qué se ayuda a una heroína que sabe comportarse cortésmente y se castiga al patán. Juegue un poco para ayudar a su hijo a aprender los conceptos básicos de una conversación cortés.
Por último, recuerde no gritarle a su hijo si no está siendo educado. Es necesario explicarle al niño su error en un tono tranquilo o preguntarle cómo actuaría su amado héroe en este caso.