Algunos padres no siempre prestan la debida atención a la higiene de los genitales de sus hijos pequeños. Esto puede conducir a diversos procesos patológicos que en el futuro afectarán negativamente la función sexual y reproductiva masculina. Para evitar que esto suceda, debe seguir una serie de reglas específicas para el cuidado de un niño.
Higiene desde los primeros días
La mayoría de las anomalías congénitas de los órganos genitales masculinos se pueden diagnosticar con éxito desde el nacimiento. Los órganos externos de los niños tienen una estructura especial: un prepucio estrecho y una cabeza oculta del pene. Esta condición es natural y no necesita corregirse. También está prohibido desnudar la cabeza a la fuerza, ya que esto puede provocar un trauma en la membrana mucosa del prepucio y formar cambios cicatriciales.
Por lo general, la cabeza se expone por sí sola durante el crecimiento del bebé, y se abre a los seis años o incluso antes.
Los padres están obligados a seguir estrictamente las reglas para el cuidado de los genitales de un niño desde los primeros días de su vida. Si esto no sucede, el niño puede desarrollar dolor en el prepucio, hinchazón, enrojecimiento y secreción purulenta de color amarillo o blanco. En este caso, debe mostrárselo de inmediato a un médico que determinará la causa del enrojecimiento, hinchazón, incapacidad para cerrar la cabeza y retención urinaria. Además, debe comunicarse con el médico si el niño ha recibido algún traumatismo en el perineo, ha tenido paperas o se queja de dolor en el pene (escroto).
Normas de higiene
Los niños recién nacidos deben lavarse una vez al día después del baño regular tirando suavemente del prepucio hacia atrás y enjuagando la cabeza con agua tibia hervida o decocción de manzanilla tibia. Todos los pliegues cerca de los genitales, incluidos los testículos, deben lavarse a fondo con jabón para bebés o gel de ducha para bebés. Si el niño está muy sucio con heces, se retiran antes de lavarlo con toallitas humedecidas o algodón con loción para bebés.
Un niño debe cuidar de forma independiente sus genitales desde los cuatro hasta los cinco años (bajo la supervisión de sus padres).
Después del lavado, la piel del bebé debe secarse con una toalla o un pañal suave, después de lo cual se trata el área genital con talco para bebés u otros medios especiales para cuidar al bebé. Al aplicar aceite o crema estéril para bebé en la piel, no lubrique el pene con él, para no causar irritación o alergias. Después de completar todos los procedimientos de higiene necesarios, es recomendable dejar al niño completamente desnudo durante unos minutos para que la piel y los pliegues de la zona de los órganos genitales externos puedan ventilarse antes de ponerle pañales y pañales.