El papel de un padre es importante para todos los niños, ya sea un niño o una niña, pero, por supuesto, la educación de un padre es indispensable para un niño. Después de todo, un niño es un futuro hombre y un ejemplo de comportamiento masculino, responsabilidad y fuerza es extremadamente importante para él. Las estadísticas muestran que un niño que ha crecido sin un padre está desarrollando cada vez más inclinaciones antisociales. Estos niños a menudo se vuelven adictos a las drogas e incluso delincuentes.
Muchos padres piensan que mientras el niño es pequeño, la madre debería criarlo. Pero este no es el caso. Por supuesto, nadie dice que el padre deba alimentar y envolver, sino jugar y prestar atención al bebé de todas las formas posibles desde la cuna. De esta forma, se crea un fuerte vínculo entre padre e hijo desde la infancia.
En el período de uno a tres años, el círculo social del bebé es pequeño, son él y la madre, por lo que el padre debe estar cerca. El niño, sintiendo la fuerza moral del Papa, crece tranquilo y equilibrado.
A los tres años, el niño comienza a buscar los límites entre el poder y el no, ir más allá de lo permisible y tratar de ser independiente. Al mismo tiempo, se vuelve malhumorado y desobediente. Y aquí, papá será más duro que mamá, trazará una línea que no se pueda cruzar y apaciguará rápidamente al bromista.
De tres a seis años, el niño es como una esponja, absorbiendo e imitando el comportamiento de su padre. Es muy importante que durante este período el padre estuvo cerca, es a esta edad que comienza la formación de su carácter.
A los 6-7 años, el niño ya se está convirtiendo en un hombrecito. Aquí ya se están inculcando las habilidades y los hábitos de los hombres. Mamá pasa a un segundo plano, porque no puede entender los problemas masculinos o aconsejar sobre cómo actuar en una situación determinada, porque este es su mundo masculino con papá. A esta edad, es mejor enviar al niño a cualquier sección de lucha libre, karate y similares.
Adolescencia
El período de la adolescencia es muy importante. Aquí, un niño, o mejor dicho, ya un adolescente, un hombre, está tratando de escapar del control de sus padres. Y aquí incluso al padre más maravilloso le resultará difícil mantener una buena relación con su hijo. A esta edad, los niños perciben todo con demasiada agudeza, este es el momento de resolver problemas globales, como les parece en ese momento. Es en esta etapa de la relación que juega un papel importante cómo era el padre antes, cómo se desarrolló la relación en la infancia. A partir de aquí quedará claro si el adolescente obedecerá a su padre.
Un padre autoritario y fuerte, se las arreglará en cualquier situación. Mientras que una madre a esta edad suele ser impotente.