Desde tiempos inmemoriales, se ha dado a una mujer para que maneje sola el hogar y no se queje. Pero ahora los tiempos han cambiado, y el sexo más justo trabaja en igualdad de condiciones con los hombres. Aún así, el sexo más fuerte a menudo cree que es la mujer quien debe cocinar, hacer la limpieza y cuidar a los niños. Para minimizar las situaciones en las que el esposo se sienta frente al televisor y la esposa deambula por la casa con un trapo, se debe enseñar a los fieles a estar en orden.
Instrucciones
Paso 1
Explique: La mayoría de las veces, un hombre simplemente desconoce sus problemas. Por eso necesitas explicarle la situación, quejarte de que no tienes tiempo para hacer todo por tu cuenta y no tienes fuerzas. Es una buena idea recordarle que tiene los mismos derechos y obligaciones.
Paso 2
"Excavar" de la inclusión. En una mujer, por naturaleza, la función de "limpiar" está incorporada, y un hombre tiene otra: "obedecer". ¿Cómo enseñarle a su marido a estar en orden? Los hombres solo siguen reglas claras. Por eso es necesario establecer algunas normas cotidianas. Tarde o temprano, el esposo comienza a seguir estas reglas. ¿Está tirando los calcetines? Y simplemente no los recoja, déjelos en su lugar. Un buen día se despertará, verá que se queda sin calcetines limpios y empezará a mandarlos a lavar. Lo principal es seguir cumpliendo su palabra y cumpliendo sus amenazas, para que aprenda a ser recogido.
Paso 3
Truco sin problemas Hay un truco muy interesante y eficaz con el que es fácil enseñarle a tu marido a ordenar. Por ejemplo, ha pasado un mes desde que hubo que clavar clavos, y ni siquiera movió un dedo. Y tomas el martillo en tus manos y de manera demostrativa haces su trabajo. Un hombre atento y concienzudo debe seleccionar el martillo y continuar este trabajo él mismo.
Paso 4
Aliento: es muy importante recompensar a un hombre. Si hizo algo útil en la casa, felicítelo, dígale que es el mejor, el más cariñoso, que es un hombre de verdad. A veces pídele ayuda. Por ejemplo: “Cariño, ¿ya estás en casa? ¡Entonces tira tu ropa y camisetas! Si su esposo hace esto, felicítelo y agradézcale. Pero si no lo hizo, puede enfadarse, pero sin ofender ni escándalos. Simplemente siéntete sinceramente molesto y explica tu condición por el hecho de que te gustaría ver a una persona a tu lado, en quien puedas confiar en situaciones difíciles.
Paso 5
Lo que no se dice, eso no existe Probablemente hayas oído hablar de un rasgo tan masculino: necesita hablar de sus hazañas. Vuelva a calcular todas las cosas que logró hacer (lavar los platos, planchar, lavar la ropa, aspirar, etc.). Después de eso, puedes pedirle al esposo que haga al menos algo. Que luego pinte sus hazañas laborales. Lo principal es que se acostumbra a la idea de que ayudar a su esposa es bastante normal.