Sucede que una mujer se casa con un hombre inteligente, guapo y positivo en todo, y al cabo de unos años descubre que su marido no le presta atención, es descortés, no regala flores y ya no cumple con sus requisitos. Los hombres también notan cambios en sus cónyuges. Y no siempre son para mejor. Para mantener una relación con su ser querido y recuperar su atención, debe comenzar por usted mismo.
Instrucciones
Paso 1
El hogar es un lugar donde puedes descansar y relajarte. Pero algunas mujeres se relajan tanto frente a sus maridos que dejan de cuidarse por completo. No es solo la falta de maquillaje, estilo y ropa decente. Es importante controlar tanto su estado de ánimo como su estilo de comunicación. Descuido, grosería, ira: todo esto hace que la esposa sea extremadamente poco atractiva a los ojos de su esposo. Por supuesto, sucede que los problemas familiares y las tareas del hogar se dan por vencidos. Pero debes esforzarte por ti mismo. Mejor no hacer algo en la casa que convertirse en una arpía.
Paso 2
Si quiere que su esposo le dé cumplidos y flores, comience a admirarlo usted mismo. Lleva tu relación al nivel correcto. Seguramente, no tendrás que pensar en una razón. Simplemente observe lo bueno en su esposo con más frecuencia. Y hazlo en voz alta. El hombre será agradable y halagador. Elogie la deliciosa cena que ha preparado, fíjese si hace las tareas prometidas a tiempo.
Paso 3
Sea honesto y sincero con su esposo. No se deje engañar por pequeñas cosas, como el costo de los cosméticos o el tiempo que pasa en Internet. No se cubra con la manta: ambos cónyuges deben establecer el orden en la casa, no solo usted. Ponte en el lugar de tu cónyuge más a menudo: ¿es cómodo estar cerca de una persona como tú? Se puede argumentar que el propio cónyuge es el culpable de su mal humor y actitud hacia él. Pero no olvide que la mujer es la responsable del clima psicológico en la familia, no el hombre. Esto sucedió no debido a algunas reglas para la división de las tareas domésticas, sino a las peculiaridades de la energía femenina y masculina, su naturaleza.