El jugo es una bebida saludable y nutritiva para un bebé en los primeros años de su vida. Es rico en varias vitaminas y minerales que son muy importantes para el cuerpo del niño. Sin embargo, al alimentar a un bebé con jugos, se deben seguir ciertas reglas.
Instrucciones
Paso 1
Los jugos de frutas y verduras son excelentes para los bebés. Durante la lactancia, especialmente en el tercer mes, no hay suficientes vitaminas en la leche materna. Por lo tanto, los pediatras recomiendan agregar jugos a la dieta del niño. Haga esto correctamente y con mucho cuidado, ya que con una mala alimentación pueden surgir problemas digestivos.
Paso 2
Durante los primeros tres meses, solo use jugos de frutas individualmente. En el futuro, puede cambiar a una mezcla de jugos, por ejemplo, plátano-manzana o zanahoria-calabaza. Esta última bebida contiene vitaminas A y C, que son beneficiosas para el organismo del niño. También es muy útil el zumo de uva, que tiene un efecto beneficioso sobre la hematopoyesis y eleva el tono.
Paso 3
Para evitar molestias digestivas, debe darle jugo al niño en un momento determinado. No debe darle jugo a su bebé durante o después de la lactancia. Por lo general, el jugo se administra entre media hora y una hora antes de las comidas. Además, debes tener en cuenta la cantidad total de jugo que consume el niño al día. Durante los primeros cuatro meses de vida, dele de tres a cuatro cucharaditas de jugo al día. En el quinto mes, su número se puede aumentar a cinco o seis. A los seis meses, puede darle a su bebé de 30 a 50 mililitros de jugo durante el día.
Paso 4
A un bebé de un año se le puede dar jugo junto con galletas. El maíz, los cereales y el pan se absorben bien junto no solo con el jugo, sino también con la compota. Además, en todos los casos, hay que tener en cuenta no solo lo útil, sino también el sabor de los jugos. Con mayor frecuencia, complazca a su hijo con los que más le gustan.
Paso 5
Si su hijo tiene alergias, no le dé jugo de frutas hasta los seis meses de edad. Luego comience con jugos ligeros (manzana, pera, uva), ya que tienen relativamente pocos alérgenos. Evite los jugos de frutas exóticas. Si nota que su hijo es alérgico a un tipo específico de jugo, elimínelo por completo.