Una mujer embarazada con placenta baja puede desconocer su diagnóstico durante bastante tiempo. Exactamente hasta que un buen día encuentra un sangrado más o menos severo. Si al mismo tiempo no se le proporciona asistencia médica, el caso puede terminar con la pérdida del niño.
Algunas estadísticas
La placenta, cuya tarea es suministrar al feto todas las sustancias necesarias, se puede ubicar tanto en la parte posterior como en la pared frontal del útero, y ambas opciones se consideran una manifestación de la norma. A menos que en el segundo caso, la futura madre comenzará a sentir los movimientos de su bebé un poco más tarde. Pero a veces sucede que el apego ocurre en la parte inferior del útero en crecimiento y luego la situación se vuelve potencialmente peligrosa. Según las estadísticas, tal anomalía en la unión de la placenta ocurre en 3-6 de cada 1000 mujeres embarazadas.
Hay 4 formas de placenta previa. Ella puede esconderse, pero al mismo tiempo:
1. No toque en absoluto el orificio interno del cuello uterino.
2. Toque ligeramente la garganta con el borde inferior.
3. Superponga parcialmente la garganta.
4. Cierre la garganta por completo.
En los dos primeros casos, con un manejo cuidadoso del parto, el parto de forma natural es posible, en los dos últimos casos, solo una cesárea puede ayudar al bebé a nacer.
Establecer un diagnóstico
El ginecólogo puede determinar la amenaza de una posible placenta previa baja al comienzo del embarazo mediante una ecografía. En la pantalla, verá toda la cavidad uterina y el lugar donde está adherido el óvulo. Pero incluso si este lugar no es muy alto, no debes entrar en pánico. Es posible que la situación aún cambie. Y solo si la presentación continúa determinándose después de la semana 19 de embarazo, el diagnóstico se hará de manera definitiva.
Un niño en crecimiento, al estirar las paredes del útero, puede empujar la placenta para que se mueva hacia arriba.
Sangrado
Pero a veces la placenta previa pasa desapercibida hasta que la mujer embarazada comienza a sangrar, una característica de la cual es su absoluta indolora. Incluso si la cantidad de sangre se calcula en unas pocas gotas, aún es necesario consultar inmediatamente a un médico para obtener ayuda para que pueda establecer la causa de este fenómeno.
Fumar se considera una de las razones que pueden provocar placenta previa.
Tratamiento de la colocación de placenta baja
No existe un régimen de tratamiento único para la placenta previa. Todo depende de la presencia e intensidad del sangrado, el grado de presentación y la duración del embarazo. Si el diagnóstico se realizó antes de las 19 semanas y no se acompaña de sangrado, simplemente se recomendará a la mujer un estilo de vida más suave, que incluya evitar levantar objetos pesados y evitar el estrés. En casos extremos, se puede prescribir reposo en cama. El sangrado abundante en la segunda mitad del embarazo suele ser un síntoma del inicio del desprendimiento de placenta, provocado por una presentación baja, y puede convertirse en una indicación para el final del embarazo. Afortunadamente, en este momento, el feto a menudo ya es bastante viable y puede nacer por cesárea.