La aracnofobia (miedo a las arañas en pánico) se considera uno de los miedos más comunes. Las mujeres padecen esta fobia el doble de veces que los hombres. Y los ataques de miedo son causados no solo por individuos vivos, sino también por sus imágenes.
Causas de la aracnofobia
La aracnofobia en humanos podría surgir como resultado del desarrollo evolutivo: incluso las personas primitivas sabían que los arácnidos son peligrosos: el veneno de algunas especies es fatal. Y transmitieron este miedo a las generaciones siguientes. Además, los instintos humanos le hacen temer inconscientemente a todo lo rápido, de muchas patas y peludo. Por esta razón, muchas personas temen no solo a las arañas, sino en general a todos los insectos e incluso a las mariposas.
Otro motivo de la aparición de la aracnofobia es la sorpresa con la que aparecen frente a una persona. Si un niño una vez se asusta mucho por una araña que ha descendido sobre su cabeza, es probable que este miedo persista de por vida.
Mientras tanto, hay pueblos entre los que la aracnofobia no ocurre en absoluto, por ejemplo, algunas tribus incivilizadas. Estas personas comen arañas, y sus hijos acarician tranquilamente a individuos grandes y peludos, sin tenerles miedo. Este hecho sugiere que la aracnofobia puede surgir como una copia del modelo de comportamiento de un ser querido: si la madre tiene miedo a las arañas, los niños comenzarán a tenerles miedo.
Signos de aracnofobia
No todo miedo se considera una fobia. Tiene aracnofobia si siente al menos dos de los siguientes cuando se acerca una araña:
- latido cardíaco fuerte;
- entumecimiento del cuerpo;
- sudoración
- escalofríos o sofocos;
- asfixia
- Dolor de pecho;
- mareos
- temblores y temblores;
- Miedo a la muerte;
boca seca;
- dificultad para respirar;
- pánico, pérdida de autocontrol;
- náuseas o dolor abdominal;
- un sentimiento de irrealidad con respecto a lo que está sucediendo y al propio "yo".
Tratamiento de la aracnofobia
Para tratar el miedo a las arañas, los médicos utilizan una variedad de técnicas. Uno de los más comunes es la terapia de confrontación. Su principio se basa en la comunicación directa y cercana con el objeto del miedo: la araña. Primero, el paciente lo observa, estudia su estructura, comportamiento. Entonces la persona comienza a tocar la araña y se da cuenta de que no da miedo ni es peligrosa. Después de esta terapia, las personas a menudo comienzan a tener arañas como mascotas.
El segundo tratamiento popular para la aracnofobia se basa en el método gráfico. Una persona que sufre de miedo a las arañas comienza a dibujar un objeto de miedo. Al principio, la araña se presenta como grande y aterradora. Tales dibujos se destruyen. Entonces la araña se dibuja cada vez menos. La terapia continúa hasta que el paciente deja de tener miedo al pánico.
Cualquiera debería saber que la aracnofobia es fácil de inculcar en uno mismo. Para evitar que esto suceda, controle sus miedos y recuerde: no es el miedo lo que controla a la persona, sino que usted lo controla.