El dolor físico puede durar mucho tiempo si no se trata adecuadamente. El peligro de tal dolor es que puede volverse crónico y acompañar a una persona durante toda su vida. El dolor mental también puede atormentar a una persona durante mucho tiempo.
Dolor físico que dura
Cuando la enfermedad se vuelve crónica, la sensación de dolor se vuelve permanente. Tal dolor atormenta a una persona durante mucho tiempo, sin detenerse. El dolor crónico puede ocurrir como resultado de lesiones, quemaduras, enfermedades pasadas, cirugía. Los más comunes son: dolor crónico en la zona lumbar, espalda, extremidades, abdomen, cabeza, cuello, columna.
Existen varios tratamientos para el dolor crónico. El dolor crónico requiere medicación (analgésicos, antiinflamatorios, relajantes musculares) y supervisión médica. Algunos medicamentos se inyectan en el cuerpo de un paciente que sufre de dolor crónico. El dolor también se trata con supositorios y ungüentos calientes.
El dolor crónico se produce como resultado de un dolor agudo que no se trató a tiempo. Por eso, es importante prevenir enfermedades infecciosas, evitar el exceso de trabajo, el sobreesfuerzo y el estrés. Cuando aparece el dolor, es necesario consultar a un médico a tiempo para que pueda establecer su causa y prescribir un tratamiento. Es peligroso dejar el dolor sin tratar, soportar o tratar de ahogar los analgésicos.
Angustia
Sin lugar a dudas, el dolor es angustia y sufrimiento. Además del dolor físico, que puede durar mucho tiempo, el dolor mental también puede agotar a una persona durante un período prolongado. En particular, está muy extendida una forma subconsciente de dolor mental, que es de naturaleza latente. Una persona siente ansiedad, un sentimiento de vacío, soledad, pero no puede encontrar una explicación a su condición. Esta circunstancia está relacionada con el hecho de que las verdaderas causas de las experiencias y el dolor no se realizan, no son comprendidas por la conciencia, ya que una persona las impulsa al subconsciente.
Una persona experimenta dolor mental como resultado de un trauma psicológico, un evento trágico: la muerte de un ser querido, divorcio y otros. Tal dolor es peligroso porque afecta negativamente el trabajo de los órganos y sistemas internos (respiración, circulación sanguínea) y también conduce a trastornos de la psique humana.
Un médico especialista, como un psicólogo o un psicoterapeuta, puede ayudar a curar el dolor mental que conduce a los trastornos psicosomáticos. Ayudará a restaurar la salud psicológica, averiguará la causa de la angustia mental de una persona y prescribirá el tratamiento adecuado. Recuerde que el dolor que no se está tratando no desaparecerá por sí solo. La autoadministración de analgésicos, somníferos y sedantes es peligrosa.