El proceso de erupción de los molares es menos doloroso que los dientes de leche. Sin embargo, casi todos los niños experimentan una sensación de incomodidad. En casos raros, son posibles dolencias graves: fiebre, dolor intenso o sangrado de las encías. Cambiar los dientes de leche a molares es un proceso natural del cuerpo.
Cuando los dientes de leche se cambian a molares
El proceso de cambio de dientes de leche es individual. Empieza en diferentes momentos. A veces incluso se prolonga en gran medida. Los primeros molares erupcionan, por regla general, cerca de los 5-6 años. Es en este momento cuando la mayoría de los niños experimentan una pérdida de los incisivos inferiores. Los dientes cambian completamente cerca de los 10-12 años.
El tratamiento de los dientes de leche se realiza sin el uso de un taladro. Se utiliza una solución de plata especial para proteger el diente dañado o enfermo.
La excepción en este caso son las muelas del juicio, que pueden erupcionar a cualquier edad. Los adultos a menudo sufren de esto. Se cree que este proceso es uno de los más dolorosos. Puede ir acompañada de cambios repentinos en la temperatura corporal, dolor intenso e hinchazón de las encías o las mejillas.
Cabe señalar que no se forman todos los dientes de leche. Para un adulto, 32 dientes se consideran la norma y los niños de 6 años no tienen más de 20. A veces hay excepciones, pero esto no es motivo de preocupación.
En algunos niños, el proceso de cambio de los dientes de leche comienza a los 4 años de edad, pero esto no significa que los molares crezcan más rápido. La dentición puede ser rápida o lenta por un tiempo. Si a la edad de 13-14 años el niño todavía tiene dientes de leche o los molares no tienen prisa por aparecer en lugares libres, entonces es imperativo consultar a un especialista. A veces, los dientes de leche se extraen a la fuerza. Esto es especialmente cierto en aquellas situaciones en las que el molar comienza a crecer "sin pasar" o debajo de la leche.
Higiene bucal durante la erupción de los molares
Se debe controlar el crecimiento de los dientes del niño. Se debe prestar especial atención al proceso de erupción de los molares. Los padres deben comprender que todos los defectos que aparecen durante este período pueden persistir de por vida y será mucho más difícil corregirlos en una edad posterior.
La pulpitis de los dientes de leche se trata con mezclas de arsénico. Se excluye el uso del método de llenado en este caso.
La higiene bucal adecuada es un requisito previo para el crecimiento de molares fuertes y saludables. Se debe enseñar al niño a limpiar con regularidad, controlar la higiene matutina y vespertina y mostrarlo periódicamente a los especialistas.
La pérdida de los dientes de leche se acompaña de daños en las encías. Los alimentos pueden penetrar en las heridas abiertas, lo que provocará malestar o dolor en el niño. Además, durante este período, existe una alta probabilidad de contraer algunos tipos de infecciones.
La mejor manera de protegerse de la enfermedad de las encías es enjuagarse la boca con soluciones especiales o decocciones de hierbas. Es mejor consultar a un dentista pediátrico antes de usarlos.