La edad de cinco a siete años es el comienzo de la formación de la autoestima y la conciencia de la finitud de la vida. Y muchos de los miedos de este período están asociados con estos dos puntos.
A la edad de cinco a siete años, el niño aprende a pensar en conceptos abstractos, aprende a generalizar, clasificar y sacar sus propias conclusiones en base a esto. A menudo se hacen preguntas de la categoría de espacio y tiempo: "¿de dónde vino todo?", "¿Qué sucede después?", "¿Por qué vive la gente?" Él ya aprende conscientemente las reglas de la comunicación, los juegos, la interacción de las personas entre sí. La amistad con los compañeros se vuelve muy importante aquí, la capacidad de cooperar y desarrollar un sano sentido de competencia. Los niños a esta edad comienzan a pensar en términos de bueno-malo, correcto-incorrecto, honesto-engañoso. Y con el tiempo, y piensa en tu futuro.
De ahí que se tome el miedo principal de este período - el miedo a la muerte (de uno mismo o de los cercanos). Y también derivados de él: miedos a ataques, enfermedades, animales, guerra, elementos, alturas, todo lo que pueda llevar a una amenaza para la vida. Además, también existe una categoría de miedos que puede tener un niño, si será hermoso, si se enfrentará a las dificultades, si podrá casarse.
CONSEJOS PRÁCTICOS:
1. Los padres deben recordar dos cosas muy importantes: no se les puede mentir a los niños que la muerte no existe o que no da miedo (la llamada negación), pero tampoco se pueden generar experiencias adicionales en torno a este tema. Esto es, sin duda, algo difícil para los propios adultos: mantener el equilibrio para no caer en ninguno de estos lados. Di la verdad que la muerte es un fenómeno que nadie comprende del todo, que tú mismo no sabes mucho de ella, pero no muestras tu emoción y horror frente a ella. No debes mentirles a los niños que nunca morirás, que siempre estarás con ellos, pero enfatiza que esto no sucederá pronto. Que la mayoría de las personas viven hasta la vejez, y es posible que usted no lo sea cuando él mismo ya sea un adulto.
2. En casos de miedo a un ataque, enfermedad y otras cosas, puede analizar cada caso por separado con sus hijos. Que las enfermedades se pueden curar, incluso las peligrosas. Para evitar ser atacado, debes tener cuidado. Puedes saber cuál es la secuencia de acciones ante desastres naturales y otras situaciones imprevistas. Lo más importante es darle al niño la confianza de que siempre hay una salida a las situaciones más terribles, siempre hay una solución al problema.
3. Cuando el miedo toque las dudas del niño sobre sus fortalezas, belleza, inteligencia, en ningún caso debes ridiculizarlo y reírte de él. Respete la autoestima incipiente y el sentido de sí mismo del niño.
4. Si la familia tiene relaciones cálidas y de confianza, entonces no debe concentrarse en tales experiencias de esta época; por regla general, esta es una etapa pasajera. Vale la pena prestar especial atención solo si los miedos se vuelven obsesivos y pronunciados.