Las mascotas pueden despertar sentimientos de amor y cariño en tus hijos, enseñarles a cuidar a los demás y a tener cuidado con la naturaleza. Sin embargo, algunos animales pueden resultar especialmente beneficiosos para su hijo.
Una mascota puede influir en la formación de un cierto conjunto de cualidades personales de su bebé, en el desarrollo de su pensamiento y creatividad innovadores. Recuerda esto cuando vayas a la tienda de mascotas.
El mejor asistente en el desarrollo de los niños será una chinchilla. Un pequeño roedor gris no tiene pretensiones en el cuidado: basta con alimentarlo dos o tres veces al día y limpiar la jaula una vez a la semana; ya no le causará ningún problema. A cambio, ayudará al niño a desarrollar habilidades motoras finas y moverse más: la chinchilla está inquieta y el niño definitivamente no se sentará en un solo lugar todo el día. Es fácil de entrenar: si su hijo o hija dedica un par de horas al día a entrenar al animal, pronto podrá saltar por encima del ring, responder a su apodo y "besar" al pequeño dueño en la mejilla.
Si quiere enseñarle a su hijo a cuidar a sus seres queridos, consiga un conejillo de indias. Este animal requiere un cuidado cuidadoso; por lo tanto, preste atención a la "calificación" de la edad, no le dé una pelota mullida a un bebé que aún no tiene 10 años. El roedor debe recogerse con cuidado, bañarse cuidadosamente y tratarse con pepinos y hierbas frescas. Al tratar las paperas con cuidado, el niño aprende a prestar atención a las solicitudes de sus padres y amigos.
El Matchmaker del adolescente rebelde es un felino orgulloso e independiente. La aparición de un gato en la casa tiene un efecto mágico en el microclima de la familia, un niño que se encuentra en la etapa de la edad de transición se vuelve más asiduo y tranquilo, y mejora el rendimiento académico. Sufriendo un malentendido entre padres y maestros, el adolescente llegará a casa, acariciará a su amada mascota … ¡y se calmará! Los científicos han demostrado durante mucho tiempo que las caricias diarias de cinco minutos en el pelaje de los gatos ayudan a hacer frente a las manifestaciones de la distonía vegetativo-vascular, que es familiar para cada segundo adolescente.
Si le preocupa la falta de comunicación y el aislamiento de la descendencia, cómprele un perro de raza grande. Los largos paseos por el parque lo ayudarán a encontrar nuevos amigos, porque ya no tendrá que buscar dolorosamente una razón para hablar: el perro atraerá la atención de sus compañeros. Las preguntas se esparcirán, y luego la amistad no está lejos.